Cosas que odio:
-La gente que camina lento en la calle
-Los pantalones blancos
-La música brasilera
-La playlist de shoegaze de Spotify.
En mi vida hay una constante y es el odio a este último ítem. Desde 2020 vengo en una cruzada personal contra Spotify puteando al que armó esa lista; le daba play y me indignaba. No porque los temas no me gustaran sino porque había muchas canciones que NI EN PEDO eran Shoegaze. Entiendo las limitaciones de la aplicación, los discos de My Bloody Valentine (MBV) todavía no estaban en la plataforma (los subieron recién en 2021). Pero realmente era indignante.
Entraba a Shoegaze Classics y había temas de Beach House, de Smashing Pumpkins, Deftones y hasta de Dandy Warholls (!). Después de enojarme por cuatro años seguidos, hace poco se me prendió la lamparita y me di cuenta que tal vez no había una persona de carne y hueso armando esa playlist sino que estaba creada por el algoritmo, mi algoritmo en Spotify. O que tal vez una persona de carne y hueso había creado las bases y el algoritmo después trabajaba solo. Estuve cuatro años maldireccionando mi odio y pido disculpas por eso.
(Quiero aclarar que Spotify no sponsorea nada de lo que digo, si algún día se interesa por este newsletter este episodio nunca existió)
Hay gente que nació para hacer música y otra gente, como yo, que nació solamente para escucharla y juzgar. Me voy a atajar de antemano diciendo que escribo esto teniendo cero idea de técnica musical y que muchas veces cuando escucho un disco solo puedo identificar el bajo y la batería. Si hay más de dos guitarras, no sabría notar la diferencia.
Todo este preámbulo me lleva a ahondar en una temática que me apasiona y es ¿qué es realmente el shoegaze?
Primero, Shoegaze viene de Shoe (zapato) y el verbo en inglés Gazing (mirar fijamente a algo). Básicamente, los pioneros del género miraban a sus zapatos a la hora de tocar sin interactuar ni un poquito con el público. Y acá quiero que conste en actas que si vuelvo a leer un sitio de música decir SHOWGAZE en vez de shoegaze voy a empezar a matar gente.
La característica principal del género son las guitarras ruidosas, con muuuucha retroalimentación y muchos pedales, que crean un sonido envolvente. Efectos como flanger, reverb o chorus son súper importantes para entender este género. Por ejemplo, en Loveless, el disco más importante de la historia del shoegaze, el sonido que parece creado por miles de instrumentos, en realidad está hecho con muchas capas de guitarras y amplificadores apuntándose entre sí. También se usan técnicas como guitarras rasgadas con el brazo de trémolo, loops de batería sampleados y voces casi imperceptibles que muchas veces actúan como un instrumento más.
No hay que confundir el Shoegaze con el Dream Pop, su medio hermano con ansiolíticos. Si bien están en la misma búsqueda, usan más ecos de guitarra y no tanta distorsión.
El shoegaze era un género bastante under y vivió poco tiempo (no más de seis años): lo mató el carismático, comercial, a veces sobrevalorado y alegre Britpop. Aunque el género esté nuevamente en auge, me gusta pensar que murió para siempre porque me deja seguir siendo una pesada nostálgica que sabe que todo tiempo pasado fue mejor (como los que siguen escuchando britpop en el 2024).
Cada tanto me meto a Reddit a leer a los gordos shoegazeros pelearse por pelotudeces. La última me encantó. Aunque el autor eliminó el post principal y ahora solo se pueden ver los comentarios, era una especie de debate sobre el Noise, el Slowcore y el Postpunk comparado con el Shoegaze. Porque claro, no todo es Shoegaze.
En esta pelea, uno de los que comentaba explicaba que si bien el Noise era un género más disonante, con menos estructura y más experimental, era inútil tratar de etiquetar cada canción, porque muchos de los clásicos del shoegaze (MBV, Slowdive, Ride) estaban influenciados por discos que no describirías como shoegaze.
Es importante entender entonces, que el shoegaze está principalmente influenciado por el noise y el postpunk, y por bandas como The Jesus and Mary Chain, The Velvet Underground, Spacemen 3, Cocteau Twins, Beach Boys, Brian Eno y hasta Sonic Youth según cuenta Kevin Shields (líder de MBV), pero que no necesariamente el sonido de esas bandas es shoegaze.
Volviendo a Spotify, yo me indignaba porque Smashing Pumpkins no era una banda de shoegaze y no se merecía estar en esa playlist. Pero parece que el mismo Billy Corgan halagó a Loveless y dijo algo como que «es raro que en música basada en guitarras alguien haga algo nuevo» y que en 1991 todo el mundo estaba como: «¿Cómo carajo hacen eso? Y, claro, es mucho más simple de lo que cualquiera pueda imaginar». O sea, al pelado le gustaba mucho el disco insignia del género.
Después me enteré que el mismo pelado forro contrató a Alan Moulder (ingeniero de sonido de Loveless) para coproducir Mellon Collie and the Infinite Sadness. Parece que mi algoritmo no estaba tan errado, aunque no tuviera razón.
El shoegaze dejó una marca súper importante para la música actual, bandas como Radiohead y hasta Gustavo Cerati con Dynamo (el disco donde le robó todo a Loveless, el disco shoegaze de Soda) tomaron el sonido e incorporaron elementos del género.
A diferencia del Punk, que lo siento mucho más popular, me gusta pensar al Shoegaze como un género snob (o sea, Cerati lo introdujo en Argentina y qué persona más snob e insoportable que él). Un género para pesados como los gordos shoegazeros de Reddit que se dedican a discutir pelotudeces. Un género para gente darks e introspectiva que no necesita ir a descargar energía y violencia a un recital sino que necesita hacerlo en la comodidad de su hogar. Un género para gente como yo.