El dealer y la novia viven en el edificio de al lado. Esta mañana estuve chateando con ella y quedamos en encontrarnos al mediodÃa en la terraza. Nuestras terrazas estás separadas por menos de un metro, asà que estuvimos hablando ahà y me dijo que la relación ya era insostenible.
Su novio estaba muy pasado y, con este hecho de la cuarentena y vender drogas, le habÃa pegado una paranoia zarpada y estaba todo el dÃa mirando por la ventana, con las cortinas cerradas y escuchando música al palo.
Además me contó que estaba paranoico porque tenÃa un placard lleno de flores recién cosechadas y por la cuarentena no las estaba pudiendo vender. Tiene un olor apestoso en el departamento y cree que con este virus paralelo del coronoyuta (que se está expandiendo más rápido que el otro) los vecinos lo pueden denunciar.
A ella también le da un poco de miedo porque si llegan a reventar el departamento, va a quedar pegada junto con él. Yo intenté tranquilizarla y que no se paranoiqueé, pero no creo haberlo logrado.
Aunque ya sé que hay onda. Ella me dijo que también me habÃa fichado en el supermercado. De no haber estado separados por una caÃda de 10 pisos, yo creo que hubiésemos pasado algo más.