Gabi Carambula: «Yo pude haber sido el guitarrista de Lou Reed»

julio 5, 2019

Si hablamos de Gabriel Carámbula, tenemos que mencionar inmediatamente a su primera banda, Los Ratones Paranoicos, la cual abandonó para armar Los Perros Calientes, con quienes grabó la afamada versión en español de Bajo La Rambla. Pero es un guitarrista que tiene mucha tela para cortar: fue miembro estable de la banda de Fabiana Cantilo, durante una década secundó a Fito Páez y fue telonero de artistas como Guns N’ Roses, Lou Reed y The Rolling Stones ¿Nada mal, no?

Y eso no es todo, Gabi es uno de los últimos Guitar Heros que le quedan al Rock Argentino, y fue secuaz de otros rockstars como Pappo, Charly García y Juanse. Pero ahora, después de un in pass en su carrera como solista volvió al ruedo con Gloria, un disco con raíces rockeras y átomos de pop, que va a presentar de manera oficial con un show en el Teatro Sony, el próximo sábado 06 de Julio, que promete desde los nombres. Por eso, sobraban motivos para hablar de lo que se viene y sacarle todas las historias que sean posible. Creo que lo logramos.

¿Cómo va todo?

Acá trabajando.

Imagino que la últimas semanas son a pura adrenalina, ensayando tres veces por semana o más.

No. Soy yo el problema acá. Ensayamos dos veces por semana. Pero yo no puedo parar. Estoy todo el día tocando arriba de los temas.

¿Eso lo aprendiste de Pappo no?

Sí. Un día lo llamé a Pappo y me dijo «ahora no puedo. Estoy tocando arriba de los temas. Mata», y cortó. Yo toda la vida hice eso: toco arriba de los temas míos, de los Beatles, de los Stones, de todos. Es parte del aprendizaje. Ese es el secreto para mí.

¿Cómo laburaste este disco?

Yo grabo todo con una portastudio, a la vieja usanza. Armo los temas, después se lo paso a los pibes y al productor y de ahí empezamos a trabajar. Este disco lo trabajamos Parte A y Parte B. La primera parte era tocar en vivo con la banda en Romaphonic y la Parte B fue yo solo en un estudio con Gabo (Lozano) y Aaron (Oliver). Hice todo solo. Porque me gustan ambas, o sea, las dos partes y el desafío era que ambas sonaran igual. Muchas veces es un cliché decir que el último disco es el mejor, porque muchas veces es mentira. Pero en este caso yo me tomé mi tiempo, bastante tiempo y estoy muy contento con el disco.

Siempre se te asocia con Fito y con Cantilo pero vos además tocaste con Pappo, con Charly, con Juanse con algunos de los compositores más respetados del país. Digamos que tuviste una linda escuela de composición.

Por supuesto. Es más, grabé con todos los que nombraste y más, todavía. Me gusta grabar mi música y a la vez me gusta tocar con otra gente. Me nutre y me saca del rock and roll el hecho de tocar con otros. Me viene a la cabeza un disco en el que toqué de Fabi (Cantilo) el tema ´’Yo Vivo En Una Ciudad’. Nunca imaginé que iba a tocar ese tema, pero le dije a Fabi: ¨Voy a tocar la guitarra slide», y quedó fantástico. Y con todos estos artistas que nombraste, que nos conocemos hace bastante, me enorgullece haberle puesto mi sello a su música.

Con Charly eras muy amigo, fue a tu casamiento, han festejado cumpleaños juntos y más ¿Lo ves actualmente? 

No. La última vez que lo vi fue cuando tocamos con The Rolling Stones con Juanse en el Estadio Único y ahí estuve con él un ratito. Él siempre se ríe con esa risa demoníaca, es genial. Pero lo puedo llegar a ver en cualquier momento. Me encantaría de hecho.

¿Cómo fue la anécdota con los Guns, estaba Pappo también ahí en los camarines?

Sí, estaba con Pappo en el gimnasio ahí cambiándome y cuando subí al escenario cuando el estadio estaba lleno, estaba todo el campo lleno y después de mí tocaban Los Ratones y después tocaban los Guns. Pappo me dijo «Anda y rompeles el culo a todos». Él se quedó ahí conmigo, eso me gustaría destacar. Con lo de los Guns, yo ese día temprano me quedé en la prueba de sonido, cuando terminaron, se estaban yendo del estadio en una combi y yo fui corriendo con mi disco, a pararlos. Y Axl me mandó a eliminar, así suena más diplomático. Entonces Slash dijo «No, loco. Él toca con nosotros». Frenaron y Axl me clavó una mirada fulminante, así que le di el disco a Slash. Contada así puede sonar graciosa y todo, pero había que estar ahí, con Axl Rose que te mire con ganas de que venga su seguridad y te rompa todo. Fue muy lindo.

También teloneaste a Lou Reed, pero creo que la historia fue un poco mejor. 

Sí, pero empezó peor. Un día le digo a Moya, el productor de Fito, que quería tocar con Lou Reed, pero me dijo que él no lo organizaba, pero me pasó el teléfono de la persona que lo traía. Lo llamé y le dije ‘¿Qué tengo que hacer para tocar con Lou Reed?’. «Nada. Ya está hecho», me respondió, «pero con la condición que toques como solista» y yo justo había decidido tocar como solista. Eran tres fechas, el primer día estábamos en los camarines esperando que llegue Lou y cuando llegó, bajé corriendo y le grité «Hey, Lou» y me miró como diciendo chau. Al otro día, me hacen tocar a las 8 de la tarde cuando recién estaba entrando la gente, me rayé y le tiré mi guitarra Les Paul al manager de él. Imaginate. Al tercer día ocurrió el «Miracolo». Viene Lou Reed y me dijo ‘Vos tenes un equipo mejor que tu guitarrista’, que era Gardi Pais, así que le voy a prestar mis equipos. Ahí ya éramos amigos y toqué a las 9 de la noche, con el Rex lleno.

Tremendo…

Después me dicen, Lou Reed quiere tener una reunión con vos en el camarín. Me tomé media botella de Jack Daniels en 10 minutos y bajé. Estuve hablando una hora con él y cuando me fui, lo abracé, lo levanté y lo saludé con un beso. Se puso colorado, fue divino. Estábamos en el camarín, él estaba sentado solo fumando y cuando nos pusimos a hablar yo tenía una pila de discos suyos que había comprado en Nueva York, en todos lados, para él eran. Entonces, miró así y me dijó «Ã‰ste«: era el del Bottom Line, en vivo. «Sos un boludo bárbaro», le dije en español. Era el mejor.

¿Después te fuiste a tocar con su bajista a Nueva York, con Fernando Saunders, no?

Claro. Yo ese día le dije a Lou Reed: ‘I need a producer’ y él me recomendó a Fernando. Entonces fui a grabar el segundo disco, tres meses con el bajista de Lou Reed y el baterista de Prince, Michael B. Cuando me estaba por volver, Saunders me dijo que Lou quería que grabará en su próximo disco, pero Slide nada más. Mirá si yo hubiera aceptado. Todos los días me planteo lo que pasó esa vez. Pero le dije que me tenía que volver porque sino me mataban. Ya me había excedido de tiempo, todo. Pero yo podría haber sido el guitarrista de Lou Reed, ahí tenés el título de la nota. Después cuando volvieron me invitaron al show, pero Lou ya estaba muy tranqui. Cuando él me vio, miró mi credencial que me habían puesto Crazy Man. Nos saludamos, nos reímos un rato, pero como él estaba hablando muy bajito de poesía y de libros con su pareja, así que le di un beso, me quedé un ratito ahí con los demás músicos y me fui. Pero tengo el mejor recuerdo con Lou Reed y nadie me quita lo bailado.

¿Y qué más? ¿Queda alguna anécdota por contar?

Sí, me queda una. Te cuento la última. Uno de los momentos más grosos de mi vida, no fue sólo haber conocido a Pappo a los 15. Sino haberle dado la mano a Chuck Berry, cuando vino la primera vez y quedarme charlando con él en el camarín. Sentí una electricidad que venía de la mano de él, que tiene una mano que al lado la mía parecía la de Chirolita. Nos quedamos charlando, me empezó a hacer dibujitos en discos, que los tengo todos…y ya está, Loco ¿Qué más querés? Se acabó la nota…jaja.

Sí. Ya está, lo viste de cerca al cometa, qué más te puedo preguntar.

Los espero a todo el sábado a las 20:30 en el Teatro Sony.

 

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