HiedraH es un club de baile con residencia en Buenos Aires que organiza un ciclo de fiestas donde suenan trap, reggaetón, hip-hop, dembow, dubstep y más. Según sus propios términos, el club apuesta a ser un santuario de exploración, defensa y promoción de las manifestaciones socioculturales de las minorías identitarias.
Hace algunas semanas, HiedraH protagonizó una nueva versión de Boiler Room Argentina y algunxs de sus integrantes participaron como DJ’s. Con este gran evento como excusa, compartimos algunas palabras con ellxs acerca de su propuesta y próximos planes.
¿Cómo se articula cultura y política en su ideario? ¿Por qué consideran que «bailar es política»?
Cualquier manifestación de esa categoría amplia que llamamos «cultura» define un cierto modo de representar – volver a presentar – una serie de atributos, condiciones, cualidades de lo social. Por esa razón, creemos que arte y cultura reafirman a priori un estado de lo político. Sí, lo personal es político; el arte y sus medios de expresión también lo son.
Los bailes, como micronarrativas que reflejan un deseo de emancipación o de encuentro de pulsiones, funcionan aún hoy como rituales de presentificación social: un presente – pinchazo que suspende dos tiempos, que distingue diferencias mientras intensifica emociones y desempolva lo ordenado de estos cuerpos que transitan día a día experiencias horribles sin sentirse atravesados. Bailar sin razón aparente devuelve, en cada bocanada de movimiento, una autonomía ética.
Por otro lado, frente a estos pequeños momentos de baile, siempre están las fiestas que los aplacan. El dispositivo fiesta que asume hoy la alegría religiosa del consumo y la acumulación de capital simbólico, erótico y social. Las fiestas que necesitan de la selfie para saberse estando. O de una imagen publicitaria acorde a la corrección política de estos tiempos.
Son esas malas fiestas las que nos impulsaron a hacer este espacio, que incita al baile como mono con navaja, que intenta ante todo incomodar a quien espera la repetición de un bpm o ritmos afables para temáticas precisas,, o se reconforta en sensaciones de ascensor o sentimientos de escalera mecánica, o de todes todo, todo el tiempo. Las buenas fiestas no pueden ser entrenadas, ni son espacios seguros, ni friendlys. Ese es el modelo de fiesta que intentamos hackear y disputar como entidad nocturna. En ese sentido, el llamado de Boiler Room implicó un desafío grande que aceptamos tomar porque lo entendimos como parte de esta disputa. Visibilizar nuestra manera de pensar la noche, y que nuestras identidades y ritmos puedan acceder a ciertos espacios también constituye parte de la hazaña.
¿Cómo evalúan el impacto internacional de organizar una versión de Boiler Room?
Nuestra fiesta es una fiesta incómoda para una gran mayoría. Es una fiesta antipática, herida, que habla desde nuestra precariedad y que intenta hacer música a contracorriente de la tendencia, siempre más europeizante, incluso ahora que lo «latino» es la nueva tendencia de la soft heteronorma.
No sabemos qué sentido pueda tener nuestro circo para otras marcas internacionales, pero sí sabemos que nuestro objetivo es que otros espacios pequeños encuentren en el nuestro un atisbo de rabia común, y un guiño cómplice a nuestras vivencias cínicas. Siempre preferimos meternos el dedo en el culo a nosotras mismas y olerlo, antes que venga algún señor a hacernos sentir que eso está mal. De lo que pueda venir no sabemos nada pero sí sabemos en qué mundo vivimos y contra qué nos enfrentamos y estamos dispuestas a seguir haciendo de esto un espacio referente para la cultura club del Sur Global.
¿Cuáles son sus próximos planes?
Desde inicios de año estamos trabajando junto a una amiga y colaboradora de la casa, Nicolás Cuello, en un proyecto para armar una serie de jornadas de reflexión artística sobre la nocturnidad en Buenos Aires. Nuestra intención es analizar desde una perspectiva histórica las distintas etapas y configuraciones clave de la cultura club local, como así también las identidades que transitaron o quedaron excluidas de estos nichos. Tendrá un formato festival y está cargado con una agenda que terminaremos de definir en el próximo mes.
Por otro lado, estamos contentas de poder anunciar la salida el próximo 25 de Junio de nuestro primer EP original a cargo de uno de nuestros músicos residentes, Aggromance. Desde hace dos años estamos enfocados en producir música original propia, que se adentre en los nuevos flujos migratorios del continente, y que aporte en la experimentación y potencia del sonido local.
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