En julio de 2017 en Uruguay comenzó un hecho histórico para la regulación de las drogas que marcó la presencia, cada vez más fuerte, de un nuevo paradigma global.
A poco más de un año del comienzo de venta de marihuana en farmacias, en Uruguay todos los balances son positivos. Además de las inversiones privadas, que se estiman que crezcan considerablemente a partir de la producción de cannabis medicinal, el Estado ya recaudó más de 8 millones de dólares. De otra manera, este dinero hubiera ido a parar directamente a los narcos y al crimen organizado. Precisamente lo que sucede en paÃses con leyes prohibitivistas como Argentina, Brasil y México, en donde se busca casigar al consumidor en lugar de buscar soluciones pertinentes.
Según Diego Olivera, secretario general de la Junta Nacional de Drogas y presidente del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), la implementación de la Ley fue un éxito. En una entrevista con el diario La República, el funcionario destacó que «sumando las tres vÃas de acceso, el 50% de las personas que usan cannabis en Uruguay lo hacen por la vÃa legal».
Otra pata fundamental de la Ley uruguaya es la capacitación y prevención. AsÃ, la Junta Nacional de Drogas actuó en 300 centros y capacitó ya a más de 3200 personas. Además, duplicaron el número de Centros Ciudadela, dedicados a atender, diagnosticar y derivar a ciudadanos con consumo problemático de drogas.
Más motivos para afirmar: Uruguay es el mejor paÃs.