El último bar metalero en una ciudad devastada por la guerra, en un paÃs donde el rock pesado está fuera de la ley. Una sala de ensayo en un departamento con una hora de electricidad diaria y francotiradores vigilando todo el tiempo. O decenas de personas corriendo por la calle para evitar ser alcanzadas por las balas.
Esos son algunos de los terribles escenarios por donde Monzer Darwish, mentor y realizador de la pelÃcula, recorre para dar cuenta del guetto metalero sirio. El ámbito musical está atravesado, como el resto de los aspectos de la vida cotidiana, por la destrucción y la muerte. En palabras del autor, Syrian Metal Is War se trata de «una antologÃa de diferentes realidades y experiencias personales de metaleros en medio de la guerra siria, y sus consecuencias».
Si bien el film no problematiza el conflicto que enfrenta al ejército sirio con el Estado Islámico, kurdos, otros grupos opositores, y todos ellos entre sÃ, logra acercar al espectador a la hostilidad de intentar desarrollar cualquier actividad social en un contexto como aquel. Estudios de grabación que se convierten en búnkers, paÃses vecinos que sirven de asilo, y músicos que cambian la guitarra eléctrica por una ametralladora para defender a los suyos, son también alcanzados por el ojo atento de Monzer.
El documental se realizó con un teléfono celular y una cámara DSRL, con un presupuesto mÃnimo y bajo la concepción DIY (de las siglas en inglés «Do It Yourself»: hazlo tú mismo). El proyecto pudo ser terminado a través de una campaña de crowfounding y se puede ver gratis en YouTube. La producción acepta donaciones a través de este link.
https://www.youtube.com/watch?v=ZP_HV-R-KGg