El Acid House de la prehistoria

noviembre 9, 2017

Para hablar de Acid House primero debemos situarnos en el tiempo y en el espacio. Este subgénero del género electrónico denominado House, proveniente de Chicago se propagó por el globo consiguiendo un gran numero de seguidores y – luego – productores, en el Reino Unido y Europa. Los 80’s se perfilaban para sucumbir en la década siguiente pero no sin antes dejar una herencia ineludible: la cultura rave.

La movida House nació de las manos de Frankie Knuckles, quien fue el primer director musical del club nocturno Warehouse. De allí es que recibe su nombre, porque aquel era el lugar donde se escuchaba esa música que estaba empezando a enloquecer a la comunidad afroamericana. Mientras que luego se le sumaría expresión Acid, por una terminología utilizada por sus creadores que denominaban al uso de sampleos como Acid Burning.

Algo que acompañó en el Reino Unido al surgimiento de esta nueva movida – que bien puede apreciarse en la película 24 Hour Party People – fue el consumo de una nueva droga social: el Extasis o MDMA. Esta sustancia recibió el nombre urbano de la droga del amor por los efectos de empatía que genera en sus consumidores y además, la palabra éxtasis hace referencia al estado frenético que provoca. Es por eso que un beat que cabalga cerca de los 130 bpm era ideal para estos jóvenes bailarines.

Pero hay una joya que la historia se pasó de largo durante mucho tiempo y fue el disco Ten Ragas to a Disco Beat de Charanjit Singh. Este compositor de la India pateó el tablero de la industria con un sonido renovador y desconocido, con la banda de sonido de Silsila de 1981. Y un año después lanzaría un álbum que hoy es considerado «Proto Acid-House», debido a que se adelantó varios años a la movida que Inglaterra acuno hacia fines de la década del 80 y comienzos de los 90’s.

Charanjit Singh tuvo la alocada idea de componer 10 ragas inspirados en la música house y disco, y partió de un sintetizador para componer este material que fue un rotundo fracaso en la India y – ni hablar – en el resto del mundo. «Mejor dedicate a componer música para Bollywood», habría sido el consejo de todos sus amigos. Pero lo que ellos no sabían era que Singh había marcado un hito en la historia de la música, y cómo suele suceder no fue hasta 20 años después que le llegó su merecido reconocimiento.

Afortunadamente para él, Ten Ragas to a Disco Beat se convirtió en una gema del culto electrónico y un pilar fundamental la historia del Acid House que aún hoy no da señales de tener fin. Escuchalo acá.