El éxito con el que algunos sueñan toda su vida, para otros puede terminar siendo una limitación a su libertad compositiva. Sucede que muchas veces la relación que las canciones generan entre el autor y su público, parecen establecer un código de lealtad que cuando es violado, el creador recibe todo tipo de injurias como «traición», «venderse a la industria» o sencillamente se le acusa de haber cambiado (cómo si ese fuese un pecado capital). A lo largo de la historia de la música, muchos artistas han tenido que enfrentar esa situación engorrosa: desde Dylan a Charly GarcÃa o Dean Wareham.
Sin embargo, Edward Anderson no dudó en dar un paso al costado y dar por finalizada su etapa con The 1900s, luego de telonear a bandas como Belle and Sebastian y New Pornographers o, mismo, luego de haber sido convocados para tocar en festivales como All Tomorrow’s Parties y Lollapalooza. Nada de eso le importó, cuando decidió comenzar desde cero junto a su amigo Charles d’Autremont con este proyecto llamado Mazes, con el que ahora acaba de presentar su tercer disco.
La particularidad de esta banda es que se fue gestando a lo largo del tiempo, atravesando distintos procesos compositivos. Al principio sólo se trató de dos amigos en una habitación zapando, consumiendo drogas y buscando influencias en sus discos favoritos. Y terminó siendo un proyecto trotamundos, grabado a la distancia en ciudades como su Chicago natal, Nueva York, Paris, Roma, Moscú y Buenos Aires. Con todo este bagaje y teniendo como resultado Violent Tapes, no pudimos evitar la caer en la tentación de entrevistar a su alma mater Edward Anderson.
¿Cuáles son las ventajas que conllevan grabar un disco mientras se está de viaje constantemente?
Los pros son que mientras estás viajando tu mente entra en una especie de estado liminal donde encuentras más fácilmente ideas nuevas y desconocidas. También tiene que ver con las personas. Estando con Charlie, Fede (Bramanti) y todos los nuevos músicos que conocimos, me inspira para estar en la cima de mi propio juego. Escribimos canciones especÃficamente para ciertas personas, como Det Ar Lugnt para nuestra amiga sueca Linnea.
¿Y las desventajas?
Las desventajas se presentan después del viaje, cuando regresas a casa. TenÃamos fragmentos de docenas de canciones y fue realmente difÃcil para hacer coordinar regrabaciones, mezcla, etc. ¡Es por eso que nos tomó 5 años!
¿Por qué decidiste quedarte en Buenos Aires tanto tiempo?
Dejé mi trabajo de 11 años para encontrarme con Charlie en Recoleta. Tuvimos una banda durante muchos años en Chicago y, cuando él se fue, nos prometimos que continuarÃamos trabajando juntos (internacionalmente). Esto fue en el momento justo antes que sentara cabeza, me casara y tuviera hijos (todo eso sucedió entre el viaje y el lanzamiento de este álbum).
¿Qué cosas especiales encontraste allÃ?
Encontré muchos nuevo amigos increÃbles, muy buenos y super talentosos. La tienda de discos Exiles Records es grandiosa, también.
En West Coast Revolution aseguras que romper las reglas no es un crimen mientras estás afuera. ¿A qué te refieres especÃficamente?
Charlie y yo somos muy unidos y compartimos un montón de creencias revolucionarias que están por afuera de la conversación aceptable, incluso entre nuestro circulo de amigos. «West Coast» es como nuestra canción de tesis. En ella también decimos que «la definición es definitivamente incorrecta«; entonces, cuando cantamos sobre romper «las reglas no son un crimen mientras estás afuera», estamos hablando de vivir nuestras vidas más allá de lo aceptable. Definimos los reinos de la sociedad donde creamos nuestra propia realidad. Esta es la revolución…psicodelica, sexual, polÃtica.
El material tuvo lugares exóticos donde se registraron algunas pistas, como por ejemplo una librerÃa ¿Cuál fue el lugar más loco donde grabaron?
La versión original de Missing Numbers la grabamos en una montaña en Plaza Francia al lado del Cementerio de la Recoleta. Esa versión no fue lanzada aún, pero Charlie piensa que es mejor que la versión que editamos en el disco…jaja.
Imagino que luego de todo el tiempo que pasaron en Buenos Aires, se han familiarizado con muchas particularidades de la escena cultural ¿Qué cosas más allá de la música te atrajeron de la ciudad?
Durante todo el viaje con Charlie estuvimos leyendo mucho Cortazar. Una historia que fue significativa para nosotros fue la de un tigre que se paseaba lentamente por una casa opulenta. Hay una canción sobre eso que se llama No Wonder que no ha sido lanzada aún.
N. del A: Entendemos que hace referencia, especÃficamente, al cuento Bestiario, del libro homónimo del escritor argentino.
En los 90s ser Lo-Fi era el resultado de hacer grabaciones caseras con equipos de baja definición, hoy en dÃa esas grabaciones puede tener un sonido mucho más fidedigno. ¿Qué los une con ese sonido que consiguen en sus grabaciones?
Nosotros decimos, usualmente, que Mazes es Mid-Fi, porque Lo-Fi es la anti-producción y nosotros agonizamos sobre CADA aspecto del sonido. Nuestra amistad y nuestra banda se construyó en base al sonido de cintas analógicas. Cuando nos conocimos, nos volvimos locos con el sonido de las voces de The Morning Sunshine de ELO; escuchábamos repetidas veces los discos de Neil young (mientras tomabamos hongos) o pasábamos toda la noche despiertos escuchando los discos Folkways de Michael Hurley. Somos una especie de snobs con un TOC que nos impide escuchar la música con sonido digital. Este disco lo grabamos con una computadora por una cuestión de necesidad, pero finalmente lo remasterizamos con un Maxell 35-180.
El sonido del órgano Farfisa es otra rareza dentro del álbum. ¿Dónde conseguiste esos instrumentos?
Uno es un clásico de los 60s, el Farfisa Mini Compact (que se lo compré a un compañero de banda por 100 dólares); y el otro es una rareza de los 80s que se llama Syntorchestra. Ese lo conseguà hace muchos años, muy barato, en una tienda de Chicago llamada Midwest Buy & Sell. Ambos están en West Coast – uno hace los colchones y el otro melodÃa.
¿Quién canta en Reúnion? ¿Es un tema propio o un cover?
Ese es Federico Bramanti y es una canción original suya. Él es en realidad la clave de este disco. Cómo un montón de cosas de este proyecto – él apareció mágicamente apenas llegué a Buenos Aires. Kurt Vonnegut tiene ese concepto de Granfalloon, donde ciertas personas simplemente pertenecen a tu vida. Desde el primer momento que lo conocà supe que él iba a ser un amigo para toda la vida. Fede fue el hombre clave para contactarnos con todo el mundo de la escena underground de la ciudad. Él creció allià y tocó con un montón de bandas cool. Fue el encargado de grabar las baterÃas en el álbum, de producirnos en el estudio que tienen atrás de su librerÃa familiar y escribió varias canciones, incluyendo West Coast Revolution.
Creo que todo el proceso de nuestro encuentro, realmente lo inspiró. Y dejó de ser el baterista de una banda para encarar su proyecto solista llamado Las Mejores se Acabaron, que es hermoso. Chequeenlo.
Después de 5 años grabando, no debe ser tarea fácil sintetizar todo en un sólo álbum ¿Cundo decidiste que el disco estaba terminado?
Quedó lista una vez que mi primo, un productor de Chicago, lo mezcló. Pero hay mucho, mucho, mucho más. Inclusive, recientemente, volvà a Buenos Aires y grabé un disco nuevo. Totalmente diferente, con una onda playera. Ojalá no me tome otros 5 años…
Nosotros, tampoco. Pero si quieren conocer cual fue el resultado final de esta odisea musical, aquà les compartimos Violent Tapes, un álbum que nos enamoró a primera escucha.