Para algunos es motivo para vanagloriarse el hecho de haber escuchado ciertos discos o bandas desde la cuna, mientras que para otros, escuchar la música «de sus padres» fue un método de tortura similar al que recibió Alex DeLarge.
Asà que no sabemos si dar esta noticia como positiva o negativa. Lo cierto es que inventaron un tampón musical llamado Babypod que le permite a la embarazadas hacer de su vientre una pista de baile – o algo asà – para que el bebé reciba estÃmulos sonoros ¡Alto viaje!
Esto nos hace suponer que en el futuro los niños van a nacer cantando Stairway to Heaven de memoria o los padres van a saber que hacer cuando sus hijos les digan: «metéte tu música en el orto».