Qué fácil se hace disfrutar escuchando Morbo y Mambo. A pesar de ser siete sobre el escenario uno puede encontrar la simpleza ahí, a primera escucha, tan chiquita y preciosa como una línea de bajo. BOA hace apología del baile: ritmos africanos se chocan con electrónica, el dub tranza con el stoner, el rock se sienta en la misma mesa que el trance. Sin voces que corten el ambiente, el mensaje es claro: disfrutar del viaje que nos propone la música.