Tiene la cara más angelical del under porteño, pero canta como si estuviese endemoniada. Es la reina del BLOQ MAYUS en las redes sociales. Luludot Viento, cantante, tecladista y a veces guitarrista de Los Rusos Hijos de Puta habla de su vida mientras prepara la valija para irse de gira a México con su banda.
Nació en Zárate, hace 26 años. A partir de los 15 que se empezó a vincular con la música. «Soy bastante ignorante, soy burra, tengo faltas de ortografÃa, no me gusta nada y no me se el nombre de nadie», se presenta Luludot. Cuenta que, además de tocar en Los Rusos, trabaja, anda en bicicleta, escucha música y se emborracha.
-¿Cuáles son tus influencias?
-De la música estoy repleta, muchachos y muchachas que me encantan escuchar y que admiro sus mensajes y sus formas. Aún asÃ, la vida misma y el mundo es lo que me hacen gritar. Mi mayor influencia es Julian Desbats (guitarrista de Los Rusos Hijos de Puta).
-¿Cuál es tu visión sobre la gran cantidad de bandas que hay actualmente en el under porteño?
-Siempre fue necesario expresarse. Ahora estamos bien, antes estábamos mal, post Cromañon, donde se produjo un vacÃo tremendo de bandas por imposibilidades de tocar y otras cosas…Ahora estamos como tenemos que estar. Si hay por todos lados es porque la gente está con ganas y con algo de coraje. Antes estábamos sordos, callados, reprimidos, estafados. Ahora de a poco, nos fuimos despertando. Aunque claro, pocas de todas esas bandas están realmente despiertas. Pero igualmente, están en movimiento y eso es lo bueno.
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Antes de viajar a México, Los Rusos Hijos de Puta tocaron ante 1500 personas en A ladrar a la calle, un festival organizado por Ladran Sancho, espacio de arte. «La intención no era sólo festejar el cumpleaños del lugar, sino más bien una excusa para recuperar el espacio público que le corresponde a la gente. La calle es nuestro lugar de encuentro entre las personas que pertenecemos a un pueblo, a una misma comunidad, para asà reconocernos como amigos o aliados. Que la calle no se calle con bocinazos mala onda. La calle no puede ser solo la ruta que nos lleva al trabajo que nos esclaviza. Debe ser, sobre todo, un lugar de encuentro, un lugar común, donde la gente se vea y comparta buenos momentos de alegrÃa, risas y comunión», explica Luludot.
Mientras, continúa armando la valija. Bajo el ala de la autogestión, crearon un idea.me para recaudar fondos y poder grabar su disco. No sólo alcanzaron la meta, sino que la superaron. Lejos de la espalda de los sellos discográficos, el cuarteto se prepara para subirse a un avión y volar a México, para participar en el Festival Marvin de México junto a Daniel Johnston. Y ella sonrÃe.