«Como si me hubiera muerto y sintiera una nostalgia infinita». Ya está, Bosques lo dijo todo en la primera frase del disco. El Centro del VacÃo es una experiencia de relajación, trance y descubrimiento. Los hipnóticos pasajes instrumentales que posee son cortados por un par de voces claras y guiados no se sabe bien hacia dónde. Entre sobredosis de sintetizadores, guitarras llenas de delay y percusiones lentas y sutiles, este disco se transforma en una oportunidad perfecta para dejarnos caer en la tibieza de lo desconocido y también en una invitación a volver y descubrir algo nuevo en cada escucha.
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PUNTAJE LECTORES
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DEGUSTACIÓN
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