Algo pasó durante los dos años que separan a Trouble del homónimo Hospitality (2012), porque esta vez los estadounidenses dan un paso adelante más que considerable con respecto al finamente elaborado pero tÃmido debut. Si bien mantienen la frescura de sus inicios, llevan todo a un plano cargado de ambientes intensos y de a momentos oscuros, lo suficientemente atrapantes como para dar giros de 180° y mantenernos enganchados. Asà sucederá cuando vayamos navegando por el indie rock de Nightingale o I Miss Your Bones hacia el synth pop de Last Words o la caminata satinada de Going Out, en una nave capitaneada por el timbre inocente de Amber Papini y el talento de Nathan Michel, quienes muy acertadamente en ninguna de las 10 instancias del viaje dejan caer el ancla.
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PUNTAJE LECTORES
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DEGUSTACIÓN
HOSPITALITY: ‘Rockets and Jets’
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