Técnicamente, podemos precisar el momento en que nació Beach House. Fue una madrugada de verano en el 2004, cuando a los pocos dÃas de conocerse, Victoria Legrand y Alex Scally escribieron Saltwater. Su primera canción salió entre copas y a eso de las 3 AM, lo cual quizás explica mucho sobre esa cierta cualidad nocturna que siempre le encontramos a su música. Bloom, su cuarto disco -y uno de los mejores del año pasado-, no sorprendió en ese sentido. Ellos siguen avisando que no hay que esperar un cambio radical en su sonido, pero Teen Dream (2010) ya nos habÃa dejado claro que más que a la sorpresa, apuntan a la perfección. «What comes after this momentary bliss?», se pregunta ella en Myth, track que abre Bloom, con su voz flotando más que nunca por las frecuencias bajas. Y asà suena el álbum entero, al momento de la noche en que está por salir el sol y son los últimos minutos de vida para todo lo que parece perfecto e infinito. O también al momento de la noche en que terminás tu primera canción, suponemos. Esos ratos de éxtasis son todo y tenemos la sensación de que el 3 de septiembre en el Teatro Vorterix se va a vivir algo asÃ. Anticipando la primera visita del dúo de Baltimore a Buenos Aires, hablamos con una de sus mitades (con él) sobre los dÃas que pasó el par en Texas, las giras, su manera de trabajar y más.
-Te agarramos justo en un descanso entre las giras para Bloom, ¿no?
-SÃ, estoy en casa ahora, un poco resfriado.
– ¿Y cómo pasás el tiempo cuando volvés a Baltimore?
-Trabajamos mucho en nuestra música cuando no estamos de gira, en realidad, pero trato de tener una vida lo más normal posible. Si me pongo a pensar, hace 8 años que mi ritmo de vida cambió por completo, asà que cuando estoy acá trato de hacer las cosas que hace cualquier persona, como buscar un departamento.
-¿Cómo fue este último año desde que salió el disco?
-Muy bueno y muy intenso. Toda gira tiene sus puntos altos y bajos, pero no nos podemos quejar, fue un año increÃble.
-Uno de los puntos altos fue hace un par de semanas con su primera presentación en Bonnaroo, ¿qué tal estuvo?
-Bonnaroo fue genial. Es el tipo de festival que se centra en el amor por la música. Te toque estar sobre el escenario o entre el público, sentÃs que se comparte eso. También te cruzás con gente destruÃda por las drogas, como en cualquier festival.
– ¿Qué pasó con Beach House en Texas? Fueron ahà a grabar el disco, a un estudio residencial que está casi en la frontera, y después hicieron Forever Still, ese excelente corto grabado en el medio de la nada. ¿Por qué eligieron ese lugar como cuartel creativo? ¿Qué tiene de especial?
-Siempre que pasábamos por esa zona nos asombrábamos por lo hermosa que es y nos preguntábamos cómo serÃa ponernos a trabajar en un lugar asÃ. TenÃamos ganas de hacer algo que nos involucre de alguna manera con esa parte del mundo y nos enteramos que habÃa un estudio cerca. La verdad es que cuando estás ahà te sentÃs en el lugar más especial de la Tierra, aunque los que viven ahà no lo creen tanto.
-¿Cómo era un dÃa entre las sesiones de grabación?
-La mayor parte del dÃa lo pasamos grabando, encerrados. Va a sonar un poco dramático esto, pero la sensación al salir afuera ahà es que la muerte está cerca. Te sentÃs en el fin del mundo. El aire es seco y caliente, no hay una sola nube en el cielo, ves escorpiones y viudas negras. Y escuchás a los coyotes a la noche. Es un lugar muy bueno para que la imaginación se te dispare.
-¿Mirás Breaking Bad por casualidad? Mi imagen de El Paso y alrededores es un poco dramática por esa serie.
-No, no la vi nunca.
-Cuando se habla de tal banda o solista que hace dream pop se suele hablar de los sonidos en sÃ. Está la idea de que hay demasiado ocurriendo a nivel sonido y no se le presta tanta atención a las letras… O quizás es porque son pocos los casos en que esa parte de la composición es fuerte. ¿Qué tan fácil les resulta a ustedes sentarse a escribir al hacer un álbum?
-Primero nos concentramos más en la melodÃa de las canciones. Encontrar la textura adecuada de la canción es lo primero y una vez que eso aparece, casi que las letras vienen solas. Victoria es realmente la que escribe y admiro la manera en que lo hace, por lo que no quiero hablar mucho de eso. Puedo decir que no nos gusta cuando las letras son bien especÃficas y revelan demasiado. Nos gusta el misterio.
-¿Hay algún verso misterioso en Bloom que te guste mucho?
-Es muy difÃcil elegir. Es como preguntarle a un padre a cuál de sus hijos quiere más (risas).
– Beach House me hace acordar a la primera vez que escuché California Dreamin’, de The Mamas & The Papas.
-Me encanta ese tema.
-Y no es una asociación muy random tampoco si pienso en que ahà fue cuando me di cuenta que lo dulce y lo oscuro pueden ser una misma cosa. También ahà descubrà que la música tiene el poder de comprimir algo tan complejo como eso en menos de 3 minutos, lo cual me sigue resultando increÃble. Lo que quiero saber es dónde ves vos el reflejo de Beach House. ¿Hay una canción o quizás una pelÃcula que captura bien la emoción que quieren transmitir?
-Esa canción vieja de Motown, What Becomes of the Brokenhearted. ¿La conocés?
-Creo que no, ¿de quién es?
-De Jimmy Roofin. (Canta) What becomes of the brokenhearted / who had love that’s now departed. Es esa. Una pelÃcula serÃa Betty Blue, la escena en que ella prende fuego la casa.
-Me imagino que después de presentar Bloom durante un año ya están con ganas de tocar nuevas canciones.
-Supongo que sà se vuelve un poco agotador después de un tiempo, pero siempre estamos encontrando la manera de darles vida y no aburrirnos.
-¿Qué tema es un gran momento del show en tu opinión?
-Wishes siempre es un buen momento para mÃ.
-Van a estar haciendo algunas fechas en Sudamérica por primera vez dentro de muy poco. ¿Va a ser tu primera visita o ya viniste antes?
-Estoy ansioso por ir. Estuve de vacaciones en RÃo de Janeiro con un amigo hace unos 10 años, pero no conozco más nada. Me dijeron que Buenos Aires es una ciudad que está buena y que tiene mucha noche, que todo está abierto hasta tarde. Tenemos muchas ganas de tocar ahÃ, asà que en septiembre los estamos viendo.
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