La felicidad de Lee Ranaldo desborda. Apreciación que él mismo se encarga de afirmar reiteradamente mientras dialoga por teléfono con Rocktails: «Estoy muy contento de esta manera, simple como eso», dice del otro lado de la lÃnea cuando se refiere a su presente y es fácil hacerse la imagen de su rostro sonriente. Between The Times & The Tides (2012), su último disco, genera las sensaciones que él exactamente buscó después del caos violero y la etapa de ruido blanco. La marea bajó y después del bardo quedó una canción más formal y standard, cerca del folk rock y la melancolÃa. El presente lo trae nuevamente a Buenos Aires para presentarse el martes 16 de julio en el Teatro Vorterix, una oportunidad única para sacar a relucir su etapa solista que promete un disco nuevo para octubre y un motivo más para aceptar que la «juventud sónica» está en otra.
El recreo probablemente definitivo de Sonic Youth, esa insignia que cambió el rock de los ´90 y motivo el de los ´00, disparó a todos sus integrantes a proyectos propios: Kim Gordon y su dúo experimental Body/Head y Thurston Moore entre sus vueltas como solista y Chelsea Light Moving haciendo ruido. El proyecto de Ranaldo es un caso aparte; reclutó a Steve Shelley en baterÃa para darle aires de banda a sus canciones, optó por darle bola a la guitarra acústica y mostrar una cara de él que hasta ahora desconocÃamos junto a las mañas curiosas de siempre.
-Grabaste Between The Times & The Tides en el medio de dos procesos caóticos de Sonic Youth: diciendo «chau» y girando por última vez, ¿eso complicó el proceso?
-Un poco sà por una cuestión de tiempos pero desde que arranqué con el proyecto sabÃa que querÃa, lo tenÃa muy claro, asà que el trabajo se hizo más fácil. Lo sacamos bien rápido con la banda que armé y, ni bien pudimos, arrancamos a tocar.
-Ponerte el traje de frontman después de tanto tiempo costó, ¿cómo te las arreglaste ahora que estás instalado de esa manera?
-Para serte honesto… No tengo idea cómo hice para arreglarmelas. Al principio quizás costó pero siempre me gustó mucho cantar, fue algo natural. Cuando cantaba mis temas de Sonic Youth lo hacÃa con mucha alegrÃa. Ahora estoy haciéndolo bien y no podrÃa estar más feliz al respecto.
-Sonás bastante contento con el resultado.
-Estoy más que contento con cómo se dieron el curso de las cosas. Lo jodido que fue sacar Between The Times & The Tides me dio un conocimiento frente a la adversidad que me sirvió un montón. Es algo que tenÃa ganas de hacer desde hacÃa rato largo. Ahora, con toda esa experiencia, tenemos preparado un disco nuevo, que llegará en octubre.
-¿Va a ser esta mezcla de folk y rock o vas a volver a la era eléctrica que te clasifica?
-Para que te des una idea habrá solo una canción acústica, asà que podemos clasificarlo como un álbum «eléctrico» o «de banda». Los temas fueron fruto de tocar mucho en conjunto, tanto en el estudio como en vivo, asà que va más para ese lado.
-Between The Times & The Tides arrancó siendo un disco acústico y terminó dentro de los estandartes de banda.
-Siempre lo digo: las canciones nacen acústicas pero cambian de maneras tan diferentes entre sà que terminan siendo rock. Eso me hace feliz. Con la banda tocamos desenchufados, eléctricos y cómo sea, laburamos en todos los sentidos posibles.
-Osea que constantemente están en un proceso de cambio con la música que logran.
-Exacto. Es un proceso curioso y fascinante: una transformación. Por eso disfruto tocar en todos los formatos, todos son enriquecedores.
-Lo que queda de Sonic Youth son ese tipo de proyectos de cada uno de los integrantes explorando sus propios lÃmites, ¿crees que es un estadio definitivo para lo qué es o era la banda?
-Puede ser, no sabrÃa contestarte. Por lo menos de mi parte estoy teniendo mucha diversión ahora. Por supuesto que también la pasaba genial en los dÃas de Sonic Youth, este laburo es algo pesado si no te divierte. No creo que ninguno de los miembros esté pensando en volver, los fans quieren pero no creo que lo hagamos. Yo estoy definitivamente feliz de esta manera, por más simple que suene.
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