En Honey, la guitarra tiene unas leves distorsiones que después terminan actuando sobre la voz de Mackenzie Scott, que transmite una aparente serenidad. Pero es un lamento melancólico y nostálgico el que pregunta: «Honey, what you’ve done to me?». El tambor redobla la apuesta imponiendo el orden lineal y monocorde de una canción. Más tarde repite: «I’ll come back again…», y hace pensar que, aunque nos duela, por alguna razón, volvemos siempre a alguien que, si bien nos ha hecho daño, también nos ha tocado el corazón.
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