Tengamos en cuenta primero que nada que The Mountain Goats es una banda que desde los 90’s no se ha permitido quedarse quieta y, más allá de que la actividad y el movimiento constantes no impliquen necesariamente calidad en el producto final, ésta es una actitud admirable. Recordemos que éste vendrÃa a ser el 14vo disco de la banda. Eso es amor, devoción a la música. Es prenderse fuego por lo que uno quiere. Y esto es más o menos lo que propone el disco: seguir por el camino que más nos tire. Lástima un ideal tan bello propuesto en un trabajo tan flojo.
El error de los californianos es hacer de Trascendental Youth una guÃa de autoayuda. Y una mala. Lejos de caer en algo como Phrazes for the Young de Julian Casablancas, se terminan acercando más a Paulo Coelho. El lÃder John Darnielle termina desperdiciando su excelente destreza como letrista al caer en todos los lugares comunes habidos por haber. Ya saben «Todo los sueños son buenos, incluso los malos« o «Haz las estupideces que te hagan sentir vivo…juega con fósforos si crees que debes hacerlo…simplemente mantente vivo«.
Y no es sólo en la lÃrica; Trascendental Youth es cursi por donde se lo mire: la instrumentación sigue los cánones del ya obsoleto indie-power-pop adolescente norteamericano, además de tener bien al frente (quizá demasiado) la voz del buenazo de Darnielle, que puede llegar a ser de lo más irritante.
En Amy aka Spent Gladiator 1 (sea lo que sea que eso signifique) Darnielle nos alienta «Deja que la gente te diga que estás loco por las decisiones que tomás«. Y bueno, llámenme loco, pero este disco no me gustó ni un poco. Loco un poco, nada más.
–
DEGUSTACIÓN
THE DIAZ BROTHERS
–