Los vecinos de América del Norte y su testarudez en afirmar una y otra vez que el Hip-Hop está muerto es, prácticamente, cosa de todos los años. Ni de muertos vivos y tampoco de vivos pasándose de vivos se nutre Roc Marciano. Back to basics parece ser su método, y en esa fórmula apela a un downtempo volátil que se mece en la nebulosa de Cypress Hill y el rap más henchido de Wu-Tang Clan. Un sample de una guitarra española y el aporte áspero de Ka, sostienen una narcótica cadencia que implora «My body heal faster than the scars in my mind». Se sabe, el Hip-Hop no es sólo un estado en la mente; es acción.
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