Después de cuatro años de silencio desde Day & Age, entre proyectos paralelos «“como Flamingo, del vocalista Brandon Flowers- y eventos desafortunados «“el suicidio del saxofonista Tommy Marth a comienzos de año- el nuevo trabajo de la banda de Las Vegas se hizo esperar.
En 2012 nos topamos ante un Brandon Flowers que cada vez nos recuerda más a un Bono o a un Freddie Mercury. Su trabajo vocal es muy destacable, de hecho, él mismo aseguró haber tomado clases de canto especialmente para grabar este disco. Junto a esta voz de tintes operÃsticos, la presencia de los sintetizadores es determinante desde el track de apertura, Flesh and Bone, que da un aire ochentoso y bailable a toda la placa. El primer single –Runaways– ya nos habÃa dado algunas claves que nos dejaban deducir con qué nos Ãbamos a encontrar, y de hecho es la canción que más expresa el espÃritu del disco: Las Vegas, chicos en jeans, postales épicas del desierto. Pero, en relación a otros cortes comerciales del pasado como Human, estas postales pierden fuerza.
A medida que va avanzando, Battle Born abandona momentáneamente los sintetizadores para dar paso a las guitarras acústicas, tanto en la canción que da nombre al disco como en From Here On Out, un rock bailable a lo Dancing in the Dark, de Bruce Springsteen. La influencia de Springsteen es, de alguna forma, uno de los hilos conductores de la placa, en la que de a poco vamos adivinando sus reminiscencias (Runaways, The Rising Tide).
Quizás el punto más alto sea A Matter of Time, la canción más potente, la única que realmente califica para un greatest hits, a pesar del arreglo de voces en la estrofa, que se asemeja más a un grito de cancha que a un coro. Promediando la segunda mitad del disco, el colchón de sintes vuelve, y no vamos a negarlo, los 15 temas se hacen sentir -cuatro o cinco podrÃan obviarse -y la monotonÃa también.
Battle Born es prolijo. La producción del disco intenta hacer que cada tema sea EL tema. Y suena bien, pero aburre. Funciona: pop-rock fuerte, ritmo, la voz al frente, letras de amor, equilibrio entre temas power y baladas…no hay mucho más. Su mayor mérito quizás sea el respiro de tÃpico rock and roll americano en la mitad, para salir un poco del baile del sintetizador. Si hay algo que no podemos negarle a The Killers es su capacidad para hacer hits, pero los de este nuevo trabajo no superan a los anteriores. En Battle Born hacen uso de la misma fórmula de siempre, sin lograr el mismo resultado.
–
DEGUSTACIÓN
A MATTER OF TIME
–