Jovencitos blondos oriundos de Louisiana, al sur de EEUU, que embanderados en el dialecto Cajún primero, y en un movimiento más autogestivo y emergente después, construyeron un lugar en la escena sureña hasta conformar este quinteto. Compuesto por un guitarrista/cantante que se le anima a los agudos y tiene pasta para sostener una armonÃa pop constante, una percusionista/multi instrumentista que corea y canta los estribillos, un tecladista parco y cuasi sesionista, un bajista que headbangea mientras salta y un baterista que en mute pareciera tocar, al menos, un rock alternativo.
En el 2011, bajo el sello Glassnote Records editaron In Light, su primer trabajo. Dos años atrás habÃa salido a la luz un EP llamado simplemente Givers.
Sus canciones son ultra positivas y siempre in crescendo, guitarras muy rÃtmicas, teclas, alguna percusión, explota un estribillo que se asemeja a programas adolescentes de canto -de hecho «Up, up, up», su primer corte, fue utilizado en Glee- y todo se detiene para permitirle brillar a su caballito de guerra: el xilofón de la dama. Pero no agotan todos sus recursos ahÃ, también se pueden escuchar panderetas, un ukelele, saxo, flauta traversa, entre otras cosas.
Con mucha movilidad escénica y varias giras sobre sus espaldas garantizaron una fiesta adolescente en más de un festival. El disco es exactamente el mismo cóctel del vivo, por lo visto apostaron a mantener ese «espÃritu» y se puede oÃr desde bases afro-pop o afro-tecno (Ripe), hasta matices caribeñas (Atlantic) que luego serán devoradas por un envolvente pop que a fuerza de melodÃas bailables y palmas convierte sus experimentales incursiones en una serie de sonidos aptos para cualquiera.
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