Dirty Projectors
Swing Lo Magellan
2012 – Domino
[8.5]
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Siempre me gustaron esas canciones que parecen felices pero hablan de las penas más grandes, el contraste perverso de una poesÃa triste con ritmo de fiesta. Dirty Projectors no sólo trae una lista de canciones por el estilo, sino que parece que en pleno verano boreal crearon uno de los mejores discos para el invierno del hemisferio sur. AntÃtesis a gran escala. Es muy probable que las estaciones no tengan mucho que ver, pero lo que sà es seguro es que el sucesor de Bitte Orca (2009) es un gran compilado de canciones.
Swing Lo Magellan es un álbum en el que la mano del conjunto de Brooklyn es fácilmente reconocible, pero aun asà se diferencia del resto de su discografÃa por su facilidad a la hora de ser escuchado. No me malentiendan, es un disco bastante complejo y precisa de varias reproducciones para poder aprovecharlo como se merece, pero aun asà tiene una amabilidad con el oÃdo, que lejos de ser un defecto, lo convierte en un disco que se mueve con naturalidad dentro de su complejidad.
Las sincopas y múltiples ritmos, que aparecen por todas partes en la mezcla, se enganchan en el colchón de las voces femeninas en un engranaje bien aceitado. Voces que vienen de a tres, de arriba, de los costados, distorsionadas, en gritos o arrullos, pero todas dejan marca. Guitarras que van desde modestos acordes de una acústica, hasta aullidos y acoples distorsionados por varios módulos. Cuerdas puestas con buen gusto, arreglos de vientos y siempre golpes que parecen tratar de hacer que tu cerebro entre en alguna especie de mantra por las vibraciones rÃtmicas.
La dirección de David Longstreth con su voz y sus composiciones es algo para hablar largo y tendido en otra parte, su visión del mundo y el enfoque de crear pequeñas odas a la vida común de cada dÃa es algo que pesa (y mucho) dentro del conjunto y bien queda plasmado en este trabajo.
Dirty Projectors siempre es complicado de encasillar, la experimentación está escrita en su carta de presentación y asà lo son su cantidad de influencias a la hora de hacer música. Este disco no es la excepción y se pueden escuchar muchÃsimos estilos, que mezclados y dándoles una vuelta de tuerca abarcan mucho del pasado, presente y futuro de la mejor música norteamericana. Aunque Nueva York nunca se la presenta como un pedazo de Estados Unidos, posiblemente deja ver como una lupa, el crisol de razas y la combinación de culturas, ritmos y angustias que nutrió al conjunto a lo largo de su incursión en la música y poseen una raÃz en ese paÃs donde los estilos y el mundo se mezclaron al punto de que ya no se puede trazar una lÃnea para decir de dónde viene cada cosa.
Como yo lo veo, la cosa viene asÃ: Un poco de frÃo en la cara, ese olor del aire en invierno que parece más puro por alguna razón y que aunque duele al pasar por la nariz te sentÃs contento de que te queme adentro. Eso más Swing Lo Magellan.
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DEGUSTACIÓN
GUN HAS NO TRIGGER
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