Ty Segall Band
Slaughterhouse
2012 – In the Red
[6.0]
.
.
Despertando la simpatÃa de los amantes de los killer riffs garageros, Slaughterhouse se abre paso a modo de una especie de reivindicación del grunge (término que un par de décadas atrás pretendÃa englobar la herencia del hardcore punk, el hard rock y otras yerbas junto con el pelo largo, las camisas de leñador y los jeans rotos en un mismo concepto). Si Ty Segall hubiera formado parte de esa ola en los tempranos noventas, su reciente disco serÃa uno más del montón. Hoy en dÃa, también peca de ello. Porque el octavo LP de estudio del joven californiano (primero si lo contamos como parte de Ty Segall Band) es una, muy rockera por supuesto, oda a lo obvio.
Este es el primer disco que Ty Segall graba con su banda de gira, aunque esto no es un factor que nos haga esperar más o menos de lo que el precoz cantautor nos tiene acostumbrados. Se puede suponer que este sea uno de esos discos que suenan mucho mejor en vivo (pogo, mosh y slam mediante) que en el equipo de sonido de tu casa. De hecho Slaughterhouse está claramente pensado desde esa perspectiva, para que parezca grabado a lo crudo en un garage sucio.
Más allá de ser una pieza más que útil para despuntar el vicio del escucha rockero con divertidas canciones como Muscle Man y alcance una relativa profundidad en lo lÃrico y compositivo con I Bought My Eyes, todo se cae abajo con la innecesaria premisa de mantener viva la llama del rock n’ roll. Cae en clichés punk denotando cierta falta de creatividad. No pretendo que todo lo que llegue a mis oÃdos sea completamente original (ciertamente nada lo es), pero en este caso se hace abuso de todos los refritos del rock de guitarras y se usa al ruido más como una muleta que como algo que se maneja con una intención puntual.
–
DEGUSTACIÓN
I BOUGHT MY EYES
–