Spiritualized
Sweet Heart Sweet Light
2012 – Fat Possum
[8.7]
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Huh? Con este monosÃlabo describió Jason Pierce (o J. Spaceman) el proceso de producción para su nuevo trabajo bajo el nombre Spiritualized, debido a encontrarse sometido a un tratamiento de quimioterapia experimental y es «“casualmente- lo mismo que salió de mi boca tras escuchar el último sonido emitido por el magnifico Sweet Heart Sweet Light. Tras una serie de discos que prácticamente pasaron inadvertidos, el creador del monumental disco de 1997 Ladies and Gentelmen We are Floating in Space (disco reeditado recientemente en forma de box-set) sabÃa que necesitaba hacer algo brillante si querÃa seguir vigente. Y mierda que hizo algo bueno. Si el resultado fuese un poco más brillante, estarÃamos hablando de cera para el piso.
Sweet Heart Sweet Light prácticamente respira aires de grandilocuencia desde el comienzo hasta el final. Desde el momento en que le damos play y comienza Huh? (Intro) sabemos que el viaje apunta alto, allà donde residen los ángeles, cuando un lento y suave arreglo de cuerdas robado de una iglesia nos toma firmemente de la mano. Coros celestiales, violines cinematográficos, guitarras sucias y bluseras, niñas riéndose y letras que le piden ayuda a Dios irónicamente a mujeres que llevan los nombres de Mary o Jane. ¿Es posible pedir algo más que esto? Queda claro que este trabajo fue hecho a todo o nada.
Pierce siempre ha sido un nostálgico del rock, deslizando riffs de blues y rock clásico cada vez que fuese posible. Y este trabajo no es la excepción, pero logra adaptarlo a tiempos modernos. Hey Jane es un perfecto ejemplo de esto. El primer corte de difusión dura casi 9 minutos, demasiado para los tiempos que corren. Y sin embargo este monumental track probablemente sea de los picos más altos que tiene este LP. Un riff de garage acompaña a Jane en su vida para desencadenar un accidente en plena autopista y volver a renacer como el rutero beat del comienzo. Si con esto no les basta, a no desesperar. Hay más. Heading for the Top Now se calza guitarras cargadas de reverb que se enredan con piano y baterÃa en un slowbeat para crecer en intensidad como una habichuela mágica en nuestras cabezas. Y ni hablar de Little Girl, una tranquila base de baterÃa que utiliza piano y violines para impulsarse hasta unos deslumbrantes arreglos hechos para la pantalla grande, que entran y salen de los coros.
Por su parte, So Long You Pretty Thing proporciona un cierre lapidario. Una letra que denota algo de resignación tras acudir a Dios durante la primer parte y Poppy, la hija de Pierce, acompañándolo a dúo con el piano, hasta que su risa misma corta la canción, resumiéndola con más impulso. Y como varios temas, el disco mismo es un sube y baja de emociones. Un conflicto dentro de sà mismo, lleno de luz y de angustia. Y eso es lo que hace de este trabajo algo hermoso, tan hermoso como la vida misma. Llena de luz, y de angustia a la misma vez.
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DEGUSTACIÓN
HEY JANE
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