Mystery Jets – Radlands

mayo 29, 2012

Mystery Jets

Radlands

2012 – Rough Trade

[7.7]

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La vida suele ser bastante, pero bastante puta con la mayoría de la gente. Y como para no dejar a nadie afuera, decidió joder también con los muchachos de Mystery Jets. Esta banda, que se mantiene en constante crecimiento y que parece destinada a mucho más, nos entrega su cuarto trabajo de estudio (y segundo bajo el sello Rough Trade) con Radlands. Un disco ridículamente radical en casi todos sus aspectos. Pero lo que parecería ser un cd consagratorio tiene su precio. Kai Fish, pieza fundamental en el bajo, comunico que abandona la banda tras Radlands.

Si es que la partida de Fish le costará caro a Mystery Jets o no, posiblemente se verá en el próximo trabajo. Uno que seguramente será muy difícil, ya que Radlands levanta la vara para la banda. Personalmente, encuentro que el comienzo no muestra la mejor cara de este LP. Los temas Radlands y You Had me at Hello son amenos pero encontramos varios segmentos que se prolongan de más (de todos modos, vale la pena chequear el segundo tema mencionado para ver el aporte de Fish en la banda).

Por suerte, aquí es donde aparece Someone Purer. Este track, donde predomina una guitarra eléctrica que no para de sumar matices sobre una batería que irrita hasta acumular una tensión que explota sobre un genial coro lleno de uh-uh’s y oh-oh´s, es la primer muestra de genialidad por parte de los chicos. Y lo que es mejor, el chorro no se corta ahí. Es en el medio de Radlands que nos topamos con The Ballad of Emmerson Lonestar, que propone un excelente arpegio estilo Llanero Solitario acompañado por unas baterías que galopan a su lado como fiel corcel hasta la mitad del tema. Digo hasta la mitad porque después a Blaine Harrison se le chifla el moño y hace estallar esta balada entregando su mejor versión lo-fi/shoegazer. Hale Bop también vale la pena mencionar, siendo uno de los puntos más altos del disco. Funky como éste solo, los Mystery Jets aplican aplausos y coros agudos (agudos disco, agudos 80´s, de los buenos) para llevar la fiesta hasta el techo estilo of Montreal.

El final no desentona, siendo el dúo entre Harrison y su media naranja (Sophie-Rose Harper) llamado Take me Where the Roses Grow de lo mas interesante. Como dije antes, Radlands es ridículamente radical en casi todos sus aspectos. Casi todos, porque el tracklist lamentablemente no funciona a favor del oyente. Hay mucho de lo bueno junto, y demasiado de lo malo junto. De todas maneras, estén seguros de que más de un tema suelto de Radlands se va a colar en alguno de nuestros playlists.

DEGUSTACIÓN

THE HALE BOP