Una cita con la música en el BAFICI

abril 10, 2012

Mañana arranca la edición 2012 del BAFICI. Si ya tenés la entrada en mano para esa peli francesa que te morías por ver, andá chequeando los horarios y sedes nuevamente, que quizás puedas agarrar una de las tantas propuestas con temática musical que ofrece este año el festival ¿Y qué hay? Una especie de docu-reality protagonizado por los Radiohead de 1998, un film sobre Joy Division que no es una biopic (24 Hour Party People y Control gustaron, pero faltaba ver algo como esto), dos bandas cuya magia sobre el escenario «“y debajo de él- un hombre se encargó de inmortalizar (Sigur Rós y Arcade Fire, por Vincent Morisset), un viaje en auto con Neil Young, un viaje a la luna con Air y mucho más. Acá van las recomendaciones para la grilla del buen cinéfilo-melómano y, en caso de que te dispongas a googlear los títulos para ver si se pueden encontrar online, te aconsejamos no hacerlo; valen la pena ser vistas en pantalla grande.

Meeting People Is Easy (1998, Grant Gee)

En 1998, el director Grant Gee siguió a Radiohead en la gira de OK Computer, disco-golazo que los llevó al éxito mundial. Hoteles, taxis, aeropuertos, pruebas de sonido, shows para multitudes y sets de televisión e incontables entrevistas con repetidísmas preguntas (que hoy nadie se animaría a hacerles, por cierto); la banda estaba en la cumbre, pero con el aire apenas llegándole a los pulmones. Ahí son capturados, incómodos, en la fama y posando para la foto.«Gran Hermano Radiohead» fue como su realizador se animó a definir este documental; poder espiar a Thom Yorke antes de salir a escena a través de una cámara de seguridad colocada en el camarín es parte de lo que nos espera.

 

Joy Division (2008, Grant Gee)

Tenemos la postal de Manchester de fines de los 70s: cielo gris, fábricas, monoblocks y una juventud hastiada del paisaje. También tenemos el sonido de fondo: la efervescencia casi muerta del punk británico y el advenimiento del post-punk, que llegaba para reclamar o, más bien, lamentarse en algo más profundo que el no future. De ahí sale Joy Division y hasta dónde llega su legado no hay que explicarlo, pero este documental logra meternos un poco más en su historia, contada por sus propios artífices. Gee (con el mítico periodista Jon Savage como co-guionista) muestra el recorrido que hizo uno de los grupos más importantes del siglo pasado, poniendo el ojo sobre todo en la figura de Ian Curtis, claro.

Inni (2011, Vincent Morisset)

Sigur Rós es blanco y negro, no hay vuelta que darle. También es hermosura y dramatismo. No se podría pensar en otro más que en el prolífico Morisset para ponerle la firma a un largometraje sobre esta banda (Heima, producción de 2007 a cargo de Dean DeBlois, se perfila a quedar detrás de éste). Inni significa «desde adentro» y ahí va, a las entrañas mismas de Sigur Rós, plasmando la atmósfera intensa de sus shows en vivo (la cinta registra los últimos dos conciertos que dieron en el 2008, en el Alexandra Palace de Londres) y metiendo algo de material de archivo del grupo.

Tanto hablamos sobre este live film y, finalmente, la oportunidad para deshacernos en elogios desde las butacas está dada, sobre todo porque sabemos que los islandeses nunca se fueron realmente y que ese amague de despedida terminó con el reciente anuncio de un nuevo disco.

Miroir Noir (2008, Vincent Morisset)

Hablando de hermosura, dramatismo e intensidad… Con ustedes, Arcade Fire. Esta otra realización que Morisset tendrá exhibiéndose presenta a una de las bandas más geniales que parió el nuevo milenio en toda su crudeza. Con actuaciones de la gira hecha para Neon Bible, fragmentos del detrás de escena, algunos cortos filmados por los miembros del grupo y una increíble sesión de grabación en una iglesia, Miroir Noir se convierte en 76 minutos de algo que es mucho más que un documental. Win Butler y Régine Chassagne cantando Windowsill en un ascensor vidriado es uno de los tantos momentos del film que te apuntan al medio del pecho, concretando lo que alguna vez Morisset definió como su tarea, la de «disparar emociones».

Neil Young Journeys (2011, Jonathan Demme)

La invitación está hecha: subirse a un Ford del 56 que lo tiene a Neil Young al volante, recorrer la ruta desde el pueblo de Omemee (Ontario, donde creció) hasta la capital canadiense a modo de tour nostálgico por su infancia y presenciar -de la manera más íntima posible- los dos conciertos que brindó en mayo de 2011 en el legendario Massey Hall, cerrando su gira mundial solista para el ábum Le Noise (2010). Todo, documentado por el lente maestro de Demme, que completa su trilogía de live concerts sobre el semi-dios musical (Neil Young Heart of Gold, de 2006 y Neil Young Trunk Show, de 2009 son los otros dos) de manera impecable.

«La idea fue llevar al espectador directo a la narrativa de sus canciones; que esté ahí, sobre el escenario», contó Demme. No sólo las tomas lo confirman «“hay cámaras hasta en el micrófono-, sino que el sonido es arrasador: es la primera película grabada en 96khz, el doble de la frecuencia normal que se usa para el audio en el cine. Para viajar con Neil Young, el sonido tiene que estar al palo.

Le Voyage Dans La Lune (2012, Georges Méliès)

Pensar cómo era el mundo en 1902 y pensar que Méliès, inspirado en la literatura de Julio Verne y H.G. Wells, estaba haciendo un film como éste: 14 minutos de ciencia ficción en que un grupo de personas construye una cápsula espacial y viaja a la luna. Un siglo después, la versión restaurada y a color de este clásico del cine mudo, con Air a cargo de la banda de sonido, sigue siendo impresionante.«Méliès vio el futuro. Vio a la gente yendo a la luna pero, después de ver el film en colores, creo que también vio los 60s; parece la portada de Sgt. Pepper’s», dice Nicolas Godin, acertando en la estética de Le Voyage del año 2012. En cuanto a la musicalización, cualquier fan de Air lo puede decir: el dúo francés hace soundtracks para sueños y Moon Safari (1998) era, hasta ahora, la prueba máxima. Sin embargo, lo hecho acá, está más allá de todo (¿escucharon el disco que lleva el mismo nombre?). Lo cósmico de su música hecha película y lo cósmico de la película hecha música.

Otros films para no perderse en esta edición del BAFICI son: Don’t Think de The Chemical Brothers (se pasará el viernes 14 en MSTRPLN. Son los Chemical, ¿qué mejor lugar que un boliche para proyectar su película?); Lost Alamo (documental de Francisco Forbes protagonizado por Los Álamos, una de las mejores bandas salidas del under argentino que volverá a los escenarios este mes); There Are No Innocent Bystanders (registro de la reunión de The Libertines del 2010 para los festivales Reading & Leeds, con Doherty y Bârat dando su versión de la historia a la cámara cual matrimonio divorciado); Talihina Sky: The Story of Kings of Leon (los hermanos Followill… ¿Se acuerdan cuando tenían el pelo largo y hacían buenos temas?); Hit So Hard (documental sobre Patty Schemel, baterista de Hole); La Casa del Ritmo: A Film About Los Amigos Invisibles (un recorrido por los 20 años de carrera de esta banda venezolana, con testimonio hasta de David Byrne); y Tropicalia (que explora el movimiento artístico dado en la década del 60 en Brasil).