La cantante islandesa finalmente visitará Buenos Aires en el medio de su extensa gira sudamericana. Los dÃas 6, 9, 12, 15 y 18 de abril se presentará en el Centro de Exposiciones de Buenos Aires (Av. Figueroa Alcorta y Pueyrredón) Biophilia Residency, un proyecto interdisciplinario que mezcla shows en vivo, workshops y distintas actividades multimedia. Además, también hará un show más masivo el 21 de abril en GEBA en el marco del Personal Pop Festival. Las entradas van de 200 a 700 pesos (dependiendo fecha y ubicación) y están a la venta a través del sistema TopShow.
Islandia es un lugar poco común para ser cuna de una estrella mundial de música contemporanea. Allà se habla en una lengua rara, todo está rodeado de hielo y poco se sabe de las costumbres de los nativos. Pero de ese extraño punto del planeta surgió una de las mentes más prolÃficas de las últimas dos décadas. Más precisamente en su capital nació Björk, dueña de una voz desgarradora y prisionera de unas ideas inquietas que según ella la mantendrán haciendo música, al menos, por los siguientes 50 años.
La carrera discográfica de esta cantante y productora es un ejemplo perfecto para entender su variada obra. En cada álbum que lanzó demostró su estado emocional e hizo una radiografÃa clara de qué melodÃas tenÃa dando vuelta en su cabeza. Para citar los ejemplos más obvios podemos hacer referencia a el jazz furioso en Debut (1993), el milagro pop en Post (1995), la oscuridad introspectiva de Medulla (2004) y la rabia electrónica de Volta (2007).
El año pasado apareció Biophilia, un disco que va más allá del disco y se plantea como una obra de arte multimedia que mezcla música, biologÃa, tecnologÃa y sentimientos. El resultado fue tan increÃble que en base a este álbum se está realizando un programa educativo en escuelas de la ciudad natal de la cantante, en donde chicos de entre 10 y 12 años aprenden ciencias naturales mientras juegan con melodÃas increÃbles.