Prueben googlear AEIOU. Aparecen videos del JardÃn de Clarilú, una asociación de estudiantes de izquierda, una cooperativa de traductores y entradas de Wikipedia. Uno de los últimos resultados es el que nos interesa: se trata del sitio web del Festival Sonar, que se celebra cada junio en Barcelona. Viene al caso porque en la edición de este año se presentó en vivo por primera vez el proyecto que reúne al mexicano Juan Son (Juan Carlos Pereda de nacimiento) y al italiano Simone Pace. AEIOU (pronunciado asÃ, A E I O U) es el tipo de música que uno siempre está de humor para escuchar; puede ser figura o fondo, y en cualquier caso funciona. ¿De qué se trata? Básicamente de pop. Pero como con eso no decimos nada, podemos sumarle una serie de adjetivos que se pusieron de moda en el último tiempo: experimental, atmosférico, psicodélico. SÃ, AEIOU es todo eso; aunque para hacerlo un poco más divertido agreguemos también: espacial, teatral, lÃrico. Ok, ahora nos queda todo mucho más claro.
Para los que no los conocen, Son es el ex vocalista de Porter, banda mexicana de rock experimental, activa entre 2004 y 2008; y Pace, el baterista de la neoyorquina Blonde Redhead, de la que el primero es fan confeso. Después de editar su primer disco solista, Mermaid Sashimi (nominado a los Grammy latinos) en 2009, Son convocó al italiano -con el que compartÃan manager- para que le produjera un nuevo disco. Pace se entusiasmó con los demos y comenzó a tener un rol tan activo en el sonido que el proyecto pasó a ser de ambos. El resultado es Space Hymn, el primer álbum del dúo de las vocales, que se puede escuchar en Bandcamp.
Al revés del nombre de la banda, a AEIOU le sobra armonÃa y fluidez. El disco combina pop, folk y electrónica; pero los juegos de voces de Son -tan versátil al cantar que puede pasar, tranquilamente, por mujer o transexual- le dan un toque teatral, lÃrico a la música. Un poco se trata de eso, de generar un impacto tanto sonoro como visual, de combinar música y drama. Y si no véanlos en acción. Si queremos, AEIOU puede ser incluso una experiencia anÃmica, porque tanto logra divertir como tranquilizar o generar tensión. Son y Pace definitivamente lograron una buena quÃmica de trabajo, y eso se evidencia en el resultado. El tÃtulo del álbum quizás sea una buena definición de las diez canciones que lo componen: himnos espaciales, ni más ni menos, con lo mucho o poco -o nada- que eso pueda significar.
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