The Kooks – Junk of the Heart

septiembre 12, 2011

The Kooks - Junk of the Heart

The Kooks

Junk of the Heart

2011 – Astralwerks

[3.8]

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Generalmente cuando una banda se toma un parate de tres años entre disco y disco lo mínimo que espero es un cambio. Quiero decir, lo más optimistas pueden pensar que durante todo ese tiempo el grupo estuvo dando forma a una obra grandilocuente. En la mayoría de los casos, sin embargo, ese lapso temporal sólo tiene que ver con una larga lista de dudas. El problema llega cuando todas esas indecisiones toman forma de canción y se convierten, finalmente, en un disco. De eso se trata Junk of the Heart, el nuevo álbum de The Kooks.

Cada uno puede tener su opinión sobre esta banda pero hay algo que va más allá de las subjetividades: las letras de sus canciones son, jugando con este título, una basura. En la mayoría de los casos las palabras que salen de la boca de Luke Pritchard tranquilamente podrían pertenecer a alguno de esos adolescentes pajeros que fabrica Disney ahora («Todo lo que quiero es llegar a vos, llegar a vos, llegar a vos. Mandar todo al carajo por vos»). Bueno, si vamos a los hechos los británicos no están tan alejados de eso. Son tan previsibles que no hay que hacer demasiadas cuentas para deducir que les gusta el confort de lo seguro, lo que ya saben que va a funcionar. Y esto se aplica a todos los planos: desde poner en las perillas al mismo productor que trabajó en todos sus discos (Tony Hoffer) hasta seguir componiendo melodías recicladas e invadidas por lugares comunes. Porque, ¡vamos!, el hecho de que en este trabajo hayan sumado más teclados y alguna pieza orquestada a mitad del tracklist no los exime. Lo único que hacen es trasladar a otro escenario los mismos recursos obvios.

Dentro de todo lo predecible, definitivamente los estribillos son lo peor.  El primer single, Is it Me ilustra esto perfectamente. No hay nada más aburrido que estar escuchando una canción por primera vez y saber lo que va a venir. Esos rasguidos de guitarra entrando en el puente y diciendo: «Che, acá viene el estribillo» ¿Hace falta anunciarlo así? ¿Es necesario?

Dentro de lo más distintivo del álbum aparecen Junk of the Heart (Happy) (por ser la primera cancioncita pop del disco es bien escuchable), Runaway (un acercamiento al synthpop oscuro) y Petulia (una balada arpegiada que baja varios decibeles y donde Pritchard deja de gritar para sonar extrañamente íntimo). El resto del trabajo sigue por un camino explorado demasiadas veces: esa especie de mezcla entre el britrock sesentoso y el britpop donde el factor sorpresa es el principal ausente. Por todo esto, Junk of the Heart es un disco que no nos deja absolutamente nada, debe ser por eso que a los pocos minutos de darle play automáticamente se transforma en música de fondo.

DEGUSTACIÓN

JUNK OF THE HEART (HAPPY)