Este trÃo de chicas es uno de las sorpresas más interesantes que me llevé en el último tiempo. Tienen un sonido entre oscuro y pop, comandado por la voz melanco-sensual de Carolyn Berk y adornado con sintetizadores y atropellantes mezclas de baterÃas acústicas y digitales. Adjetivar música a veces puede ser una tarea dificil -y subjetiva- pero creo que el término ‘misterioso’ describe perfectamente el sonido de Lovers.
Si bien la banda existe casi desde comienzos de la década pasada, recién el año pasado armaron la agrupación definitiva y lanzaron un discazo titulado Dark Light. El primer encuentro de las tres tiene que ver con un episodio trágico: en el año 2002 la cantante estaba de gira con la banda (que en ese momento tenÃa una formación totalmente diferente) y la camioneta en la que viajaban explotó. Tras sobrevivir a ese accidente, Berk fue invitada por Emily Kingan (actual baterista) para tocar en su banda de hardcore The Haggard y ahà conocieron a la tecer pieza de la formación de hoy: la tecladista Kerby Ferris. que en ese entonces era roadie de la banda.
El tiempo y la distancia separan a la gente. Les pasa a todos, les pasó a ellas. Sin embargo, después de algunos años se volvieron a encontrar en San Pablo (Brasil) para armar una serie de bandas de música experimental y tocar en varios pubs y lugares de la zona. Ahà fue donde verdaderamente lograron esa conexión cósmica que hoy escuchamos en su última producción y que, esperemos, las mantenga unidas por mucho tiempo más.
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