Fieles a su formato de poderÃo visual, despliegue de luces y sonido contundente, Babasónicos presentó oficialmente A Propósito, su décimo disco de estudio. La banda liderada por Adrián Dárgelos convirtió el Luna Park en su iglesia de culto y renovó votos en base a fantasÃa con eficacia pop de alto impacto.
Instalados como una de las principales bandas del rock argentino, la noche aseguraba el encuentro masivo de fans, invitados y algunos nuevos aventureros curiosos del sonido dancing. Cuero, lentejuelas y lamé dorado hicieron de elementos fundamentales para un show largo que recorrió 20 años de carrera.
El comienzo fue de la mano de Flora y Fauno, track latente de su nueva producción y con gran aceptación del público, que va perfilando quizás a ser una nueva diva en el historial de la banda. Seguida de El Idolo e Ideas las revoluciones subieron con Cuello Rojo, tema con fórmula de beats más altos y código de seducción. Adrián Dárgelos, vestido en lycra azul y saco negro de recortes neo futurista, entregaba desde el principio un despliegue de lujo que el público reclama desde su lugar fanático: poses y sonrisas con perfume a conquista.
Con una puesta en escena estilo Hotel, dos niveles y mucha luz led, el recorrido visual invitaba como siempre al éxtasis de color y a un paseo constante de los músicos generando interacción y tendencia marcada a fuego en el estilo del escenario babasónico. Los músicos estaban perfectamente ubicados: a la izquierda se encontraba el dúo Tuñon/Roger, dueños del teclado y la guitarra, a la derecha el nuevo bajista encargado de los shows en vivo, Tuta Torres (ex integrante de la banda de Emmanuel Horvilleur) y el movedizo Diego RodrÃguez. Carca, quien hoy se encarga de la parte rÃtmica sin dejar a veces su guitarra y generando nuevas texturas, se encontraba en el nivel superior.
Recorriendo varios pasajes dejaron contentos a los fans de raÃz más «sónica» y a los más nuevos que llegaron con la masividad y el hit de impronta radial. Sonaron también Capricho, Los Calientes, Deshoras, Irresponsables, Deléctrico, MIcrodancing y el último corte, Muñeco de HaitÃ, entre otras.
Luego de 30 temas el final llego con DemonomanÃa y la destreza rockera intensa que la banda saca a relucir desde su interior más profundo. Ese lado que se extraña y que se ha convertido hoy en exclusivos momentos para deleitar en vivo.
Logrando mezclar fantasÃa y caos, Babasónicos continúa imbatible. Reponiéndose de su propio éxito y retroalimentándose de él, sabe que su fuerte está en los shows, ya que cerca de la piel del público encuentra el éxito de dulce sabor. Finalmente, la creación de los discos valen la pena, tan sólo por la diversión de sentirlos en vivo.
Fotos
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Ph. Sacry