No se sabe si Adele habrá dado algo a cambio de tener esa voz, pero con el video de Rolling in the Deep nos deja bien en claro que es increÃble. Miralo acá.
La encontramos cantando sentada en una silla en una casa en ruinas, tal vez, a modo de metáfora o ilustración de la relación fallida sobre la que canta. Eso es lo que queda cuando ya no hay nada: platos rotos, ruinas y lamentos. Pero los lamentos de Adele suenan distinto y es inevaitable darle replay al video.