My Beautiful Dark Twisted Fantasy
2010 – Def Jam
[8.2]
.Con un presupuesto de aproximadamente 3 millones de dólares, Kanye West salió a romper el mercado discográfico en pedazos una vez más. Y no conforme con eso envolvió a la crÃtica en un halo de enamoramiento digno del dÃa de San ValentÃn en el que prácticamente toda la prensa mainstream puntuó con sus máximos valores a My Beautiful Dark Twisted Fantasy.
Cuando, al leer las reseñas, uno se entera que el rapero se recluyó en una mansión de Hawaii para las sesiones del disco, se imagina la escena de la pelÃcula Walk Hard, The Dewey Cox Story en la que el actor John Reilly parodia a Brian Wilson en la grabación de Smile. Aquà uno percibe a un West completamente desquiciado y obsesionado en hacer «el disco más grande de la historia», armado de raps agudos y punzantes sobre su propia estupidez y la de los demás, que compran lo que él dice.
En algún punto, la mediatización de las estrellas en los medios norteamericanos hace que muchos parezcan cortados con la misma tijera. Kanye West podrÃa ser al hip hop lo que Lady Gaga al pop, pero el talento y la visión de este demente está muy por encima de los atuendos y los videos forzosamente conceptuales de la rubia platinada.
En My Beautifull Dark Twisted Fantasy Kanye deja en claro que ni en tus sueños más salvajes podrÃas haber imaginado escuchar un disco asÃ. Aparecen artistas como John Legend, «la invitada de todos» Fergie de Black Eyed Peas, Bon Iver, Raekwon y hasta Chris Rock improvisa un acting respecto de una dolorosa separación en el medio de esta bola de samplers robados a mano armada. También están la promesa del rap Kid Cudi y el consagrado Jay-Z con su mujer Beyoncé.
Sobrecargado (y a veces saturado) de texturas, el disco busca ser contraproducente para quienes lo escuchamos con auriculares, lejos del sonido minimalista de sus álbumes anteriores. Pero hay tanto por escuchar y todo junto, que es difÃcil hacer un análisis serio y profundo del mejor disco de Kanye West hasta el momento.
–
DEGUSTACIÓN
GORGEOUS
–