SÃ, ya lo sé. Me he ausentado una semana entera y seguramente te has preocupado tÃo. Pero estoy bien, o al menos eso creo ¿Recuerdas mi nuevo empleo en la agencia de censos y estadÃsticas? Pues ya forma parte del pasado, me han despedido por robarle el almuerzo al jefe durante tres dÃas seguidos. Y eso que pensé que no se daba cuenta. Pero estoy mejor asÃ, la semana pasada cumplà uno de los sueños de mi vida. Estuve viviendo diez dÃas bajo el agua, en una aldea acuática, de esas que todavÃa no aparecen en la televisión porque nadie sabe cómo son.
Me tocó ir al sector más pobre de la aldea, donde la gente vive en casas hechas con algas y de noche hace frÃo. Pero me sentà a gusto. Si bien todo esto tuvo un origen cientÃfico para estudiar el nivel de pH que hay en las distintas superficies del agua, fue más que entretenido. Los primeros siete dÃas me la pasé nadando, jugaba carreras con los peces, nos divertimos mucho. Los dÃas restantes opté por descansar y pasé horas y horas sentado en un banco que encontré (el mismo de la foto) intentando leer. Digo intentando porque el problema fue que a los pocos minutos de sacar cada libro las letras se iban borrando y perdiendo en el agua. Lo intenté con veintitrés libros diferentes y todos se han arruinado, los he perdido para siempre. Pero eso no viene al caso, lo importante es que estoy de vuelta, busco empleo porque necesito dinero para pagar la habitación de mi hotel (no sé si os habÃa contado pero hace semanas decidà que Buenos Aires se disfruta más viviendo en un hotel) y estoy planeando organizar un duelo de pistolas en el barrio chino con George GarcÃa. Pronto estaré dando más detalles porque planeamos hacerlo público al evento.
Por cierto, el otro dÃa fue el cumpleaños de un gran colega mÃo, el señor M, que como siempre me recibió en su hogar con dulzura, cariño, drogas y diferentes tipos de vasos para cada bebida. Allà realizamos rituales variados, nos liberamos de la opresión de nuestros cuerpos, flotamos y viajamos en el tiempo. Esta imagen fue tomada en alguno de todos esos momentos, no recuerdo cuál.