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Con la sensibilidad a flor de piel, manteniendo su rúbrica y estilo, la agrupación de Escocia demuestra una vez más su solidez a la hora de componer, creando melodÃas dulces, cadenciosas y de fácil digestión.
En este séptimo álbum de estudio «“también producido por Tony Hoffer, quien ya habÃa trabajado en The Life Pursuit (2006)- Stuart Murdoch evidencia por qué es uno de los creadores más talentosos de la música actual. Con sus cuentos de amor de niños y niñas, exhibe su ingenio, revela su oscuridad y atrapa con su voz absorbente.
I Didn’t See it Coming marca el comienzo, mostrando fidelidad a la estética que el grupo mantiene desde Tigermilk (1996). Calculating Bimbo y Read the Bleseed Page son baladas lánguidas que aunque no logren penetrar en la primera escucha siguen siendo recomendables. TÃpico de B&S, en I’m Not Living In The Real World, Stevie Jackson canta acerca de un niño que crece en la periferia rechazado por sus compañeros. La canción repite un «ooh» hasta el hartazgo, provocando una melodÃa tan pegadiza como ingenua.
Por otro lado, Stuart Murdoch nos regala las geniales I Want the World to Stop y Write About Love. Esta última cuenta con la participación de la actriz Carey Mulligan y narra la vida de una chica que, agobiada por su trabajo de oficina, escribe para escapar de su aburrida existencia. Little Lou, Ugly Jack, Prophet John también cuenta con la notable vocalista Norah Jones como invitada. El experimento de esta fusión deja dudas pero igualmente se justifica su presencia en el álbum.
Belle & Sebastian sin duda ha evolucionado y mucho desde que aparecieron por primera vez en la escena hace casi quince años. Los indicios de que están perfeccionando su arte son cada vez más claros: la percusión es más dinámica, las lÃneas de bajo funky más sólidas, las guitarras más preponderantes. Ojalá su futuro prolongue el camino de la coherencia y el buen gusto.
Degustación:
I Want the World to Stop
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