Qué semana tan atareada tÃos. Pagar las cuentas, vacunar al perro, limpiar la heladera, viajar al espacio. Encima cuando las cosas suceden inesperadamente me altero. Les cuento la situación: el domingo estaba en mi casa, sin remera, en malla, con un sombrero de vaquero y unas pantuflas en los pies. De pronto suena el timbre y era Robert un tÃo de mi fundación, la AIBME (Asociación IlÃcita de Buscadores de Minerales en el Espacio), que venÃa a avisarme que tenÃamos una exploración de tres dÃas a Marte. Hasta ahà todo muy normal. Lo sorprendente sucedió cuando durante el segundo dÃa en el planeta rojo, mientras tomaba un cortado en una confiterÃa, và a Michael Jackson. SÃ, Michael Jackson está vivo.
Asombro marciano. Después de ver al Rey del Pop un mesero capturó mi estado de shock.
Fue un encuentro casual, inesperado y del tercer tipo. Lo reconocà por su olor, inconfundible y tan vigente como esa vez que cenamos juntos en Sidney (Australia) en el año 95. Él no me vio pero yo sà a él. Pasó en monopatÃn por al lado mÃo moviendo la cintura y cantando una canción de Fito Paez. Cuando le quise gritar ya habÃa desaparecido en el horizonte, como un plato de ravioles que desaparece frente a un gordo con hambre. Igualmente me sentà feliz ¿Cómo no iba a estarlo? Michael Jackson no murió, vive en Marte, conduce un monopatÃn y sigue usando el mismo perfume que hace 15 años. Ante semejante noticia, lo único que pude hacer fue bailar…y qué bien que bailo, deberÃan verme. Wooowwww. Espero que ustedes hagan lo mismo y para que se inspiren les dejo este videotape y festejen conmigo que Michael Jackson está vivo.