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La banda que hace algunos años supo consagrarse con Grand Prix (1995), un discazo de brit pop que quedó un poco olvidado después de que popes como Oasis o Blur tomaran la escena por asalto, regresa con Shadows, su noveno disco de estudio. El 2010 coincide además con el vigésimo aniversario de los escoceses, que sacaron su primer LP allá por 1990.
Teenage Fanclub una vez supo ser grande, con himnos brit pop basados en suaves melodÃas con un fuerte esqueleto violero, letras románticas e ingeniosas, y una ruptura con aquel rock hedonista al que la década pasada nos tuvo acostumbrados. Sin embargo, mucho tiempo ha pasado desde aquel entonces, y, si bien su fórmula sigue siendo la misma, hace agua de tanta repetición.
Baby Lee usa una tradicional progresión de acordes que la puede transformar fácilmente en una canción pegadiza, de aquellas que con sólo una guitarra acústica pueden ganar el corazón. Lo mismo puede decirse de When I Still Have Thee e Into The City, dos temas que, a caballito de la destreza de unos tranquilos riffs eléctricos y el rasguido de una melancólica guitarra, motivan a la reflexión.
Sin embargo, la música ha cambiado, como todas las cosas, y mientras otras bandas supieron reinventarse, Teenage Fanclub sigue haciendo lo mismo que en Grand Prix o en Songs of Northern Britain (1997). Explotar la nostalgia del viejo sonido puede ser lucrativo para reediciones, pero no es nada creativo para nuevos lanzamientos.
Degustación:
Baby Lee
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