Algún dÃa los Black Keys tendrán que explicar cómo pasaron de wannabes de los White Stripes a una de las mejores bandas de rock del momento. Mientras tanto, Brothers nos brinda algunas de las respuestas.
Este nuevo trabajo de la banda de Dan Auerbach y Patrick Carney contiene quince piezas con casi una hora del mejor blues, punk y garage que nos lleva dados este 2010. Desde el comienzo a lo T. Rex de Everlasting Light hasta el cierre tenso y emocional de These Days, el grupo de Ohio cultiva y mantiene una variedad y frescura inusitada para una banda que (¿pueden creerlo?) ya va por su sexto trabajo.
En Brothers hay cambios de tiempos, de ritmos y de melodÃas. Hay canciones densas y barrocas como Too Afraid to Love You, pegadas a melodÃas mucho más dinámicas, que se deslizan con sensualidad y jugueteo (como en Sinister Kid, uno de los tracks más destacados). Y también hay un primer single «“el efectivo Tighten Up«“ que se la juega con un cambio de ritmo al final, y sale ganando.
Pero, sobre todo, hay en el nuevo álbum de los Black Keys un espÃritu desfachatado que invade todo el disco, llenándolo de vitalidad. Algo que se vuelve patente en uno de los últimos temas, el melódico Unknown Brother. Promediando la canción, termina un estribillo y la percusión queda flotando en el ambiente. La banda se toma algunos segundos más de la cuenta para volver a meter el bajo y regresar a la canción. No hay apuro ni parece haber cálculo alguno. Esto, que a algunos les parecerá un detalle, es una de las claves del encanto de este grupo que «“insistimos- es, hoy por hoy, una de las bandas de rock más destacadas de la escena norteamericana.
Degustación:
Sinister Kid
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