Moretti es un tipo simple. Un bohemio convertido en cantor popular que disfruta lo que hace. Mientras empieza a hablar se confunde las fechas, se enreda en el tiempo, como a quien en algún momento de la vida se le aceleraron bastante las cosas. Enseguida se relaja, sonrÃe y toma un sorbo de café. Seguramente para él y el resto de la banda, muchas situaciones dejaron de ser moneda corriente en los últimos años. Giras, shows, promoción y un montón de sucesos tan alegres como desgastadores. Pero el cantante de Estelares acompaña sus expresiones con esa calma que tienen las personas que terminaron de digerir un gran bocado y se preparan para ir por otro.
-¿Cómo viviste el momento en el que explotó todo con Sistema Nervioso Central?
-Fue una alegrÃa enorme, era entrar en un supermercado y escucharme cantar o entrar a un taxi y saludarme. Pero lo más hermoso de todo es cuando te acostumbrás, yo tarde más o menos ocho meses, y ahà te das cuenta que no se acaba, que sólo se trata de poner en frecuencia la antena para que las cosas pasen.
-¿Qué cambia en un músico con la masividad?
-Mucho. Mirá, nosotros tocamos el fin de semana para 350 mil personas, 300 mil acá y 50 mil en Córdoba. Volvà ayer fusilado, fui a terapia y cuando volvà toque el piano mucho mejor que en los últimos cuatro años ¿Sabés por qué es eso? Por la gente. Si vos dejas que pase, pasa. Estaba tocando como la puta madre, la llamé a mi chica, le hice escuchar y ni ella podÃa creer como estaba tocando el piano (risas). Si te hacés cargo de lo que está pasando te ayuda a crecer un montón. Yo ahora se que hago una canción y la van a escuchar por lo menos 20 mil personas.
-¿Se plantearon repetir algunas fórmulas en Una Temporada en el Amor?
-Lo que nos planteamos es que querÃamos seguir teniendo el nivel de rotación en la radio. Te cagás un poco porque pensás: «¿Tendremos los hits que tenÃamos?». La banda crece a nivel compositivo también, este último disco tiene menos adrenalina, pero los temas arrancaron para otro lado y los resolvimos con gusto, con placer, y también hay canciones que pueden sonar en la radio. Es cierto que el éxito te presiona pero por suerte todo tomó su curso y Una Temporada en el Amor nos gusta, es más intimista, más abierto, con más reflexiones y alguna experimentación sonora.
-¿Te pasó tener que desechar alguna canción porque quizás no podÃa gustar?
-Y…siempre pasa que sabés que hay canciones más oscuras, que podés meter sólo una o dos en un disco. También voy creciendo como compositor y me pasa que me doy cuenta cuando una canción tiene una frase estribillezca y popular. Nunca habÃa escrito una canción popular, pero cuando compuse Ella Dijo enseguida me dà cuenta que era una bomba. Cuando me pasa algo asà lo primero que pienso es: «¿A quién le afane esto? No puede ser mÃo».
-¿Cómo es el momento en el que te surgen las canciones?
-Yo estoy todo el tiempo tarareando melodÃas, y cuando aparece algo que me gusta llamo por telefono a mi casa y lo dejo grabado en el contestador para no olvidarme. O sino me acuerdo de una vez, cuando vivÃa en La Plata, que iba en bicicleta y se me ocurrió una frase de Rodeos y tuve que volver tarareándola sin parar hasta mi casa. Eso es una maravilla boludo, cuando aparece el proceso creativo es una maravilla.
– ¿SentÃs que seguÃs aprendiendo cosas?
-Todo el tiempo por suerte. Yo ahora soy cantante y toco menos, pero mi sueño es el dÃa de mañana tocar muy bien el piano y cantar al mismo tiempo, cosa que hoy no me sale. Pero es asÃ, no parás de aprender. El otro dÃa pensaba en el caso de Charlie Parker, que antes de comprar ese mito, que yo también compré, de las drogas para expandir la cabeza y para ver otras cosas, que en parte es cierto, pero por otra parte te limpia; él decÃa que estaba tocando como los dioses pero que todavÃa le faltaba, y es asÃ.
– ¿Qué relación tuviste con las drogas?
-Tuve una relación intensa, preciosa y oscura. Hace mucho tiempo, entre los 19 y 25, probé de todo, hasta me inyecté, y aunque aprendà algunas cosas, fue angustiante y doloroso. No tengo mucho para decir, me parece que está bien, que fumar porro es una maravilla y que hay que cuidarse de otros excesos.
-¿SentÃs que te abrió un poco la cabeza a la hora de crear?
-PodrÃa decir que sÃ, la droga me sirvió pero me cago a trompadas también. Yo fui adicto un tiempo bastante largo a la merca que la verdad mucha creatividad no me dio. Pero otras cosas sÃ. Experimentar con drogas me ayudó a expandir la conciencia, algo me pasó, hubo un quiebre, hubo algo interesante pero también un reservorio de angustia groso y una neurosis tremenda. Aunque no es sólo la droga, también hay una cosa personal, yo venÃa con problemas familiares de muy joven, muchas cosas.
-¿Sos de escuchar Estelares en tu casa?
-No, ni ahÃ. De hecho siempre soy el último en escucharnos y sólo si me ponen un revolver en la cabeza. Ya tengo suficiente con Narciso.
-¿Y qué escuchás?
-De todo un poco, en este momento mucho Grateful Dead, Neil Diamond, Wilco, Paul McCartney, soy re clásico. Ah, también los Flaming Lips…y ABBA y Roberto Carlos. Mis amigos me joden porque dicen que llevo minas a casa y les pongo Roberto Carlos (risas). Mirá que yo soy fana de Roberto Carlos, siempre fui de escucharlo mucho.
-Ahora se están por ir a tocar a España y México, ¿cómo surgió eso?
– Lo de México es una voluntad nuestra. QuerÃamos ir por primera vez y justo la compañÃa va a editar nuestros últimos dos discos allá y queremos incursionar y ver qué onda. Y lo de España surgió por un intercambio de las compañÃas, al manager de Loquillo le interesó Estelares y cuando ellos vinieron acá los invitamos a tocar a Atenas y ahora vamos a hacer una pequeña gira con ellos allá. Vamos a estar en el Festival Internacional de Pirineos Sur, donde también tocan Leon Gieco, Molotov, Fito Páez, Calle 13… y nosotros, va a estar buenÃsimo. Ni bien termine el show me voy a tomar un café al pueblo.
-¿Te seguÃs poniendo nervioso cuando salÃs a tocar?
-No, el otro dÃa tocamos ante 300 mil y estaba feliz boludo, es una gran alegrÃa. No me enrosco con la culpa, lo disfruto, es lo que quise siempre. Aunque un poco nervioso siempre te vas a poner, pero lo peor es cuando quizás toco solo para 200 personas y ahà sà me pongo muy nervioso, sobre todo en la previa, después cuando arranca lo disfruto.
-¿Hay algún recital que recuerdes más que otros?
-Un cimbronazo groso fue nuestro primer CosquÃn, todavÃa se hacÃa en la Plaza Próspero Molina, habÃa como 20 mil personas, nosotros nunca habÃamos tocado para esa cantidad de gente y yo estaba ahà con el resto y no sabÃa de qué disfrazarme. En Córdoba habÃamos sonado pero no mucho y yo creo que me salvó que salà al escenario y habÃa adelante de todo unas 300 personas que que habÃan ido a ver a Estelares…sino te puedo asegurar que no me salÃan las palabras. Ahora ya no, tocamos para mucha más gente pero ya estoy entrenado.
-El 11 y 12 de junio van a estar tocando en Capital, en Niceto, ¿Qué se le puede adelantar a la gente de esos shows?
-Van a ser shows alrededor del último disco, aunque también vamos a repasar todo lo viejo. También vamos a presentar el último tema que grabamos para el tributo a Los Fabulosos Cadillacs. Y la gente va a poder ver a Estelares que está en un muy buen momento y que, aunque alguna vez pareció una banda de pop, suena muy rockera y muy bien en vivo.
Ph. Sacry
Estelares se estará presentando en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510) los dÃas 11 y 12 de junio. Las entradas están $30 y se pueden conseguir acá.