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El quinto álbum de Gogol Bordello -y el primero producido por el orfebre gurú Rick Rubin– tiene todos los ingredientes que siempre utiliza la banda: diferentes ritmos pero basados en el punk (del alegre), violines, acordeón y la particular voz de Eugene Hütz, con ráfagas intermitentes en distintas lenguas.
Algunos fans han visto con cierto recelo la producción de Rubin pensando que suavizarÃa el sonido de la ya consagrada banda multiétnica de punk gitano, pero este proyecto demuestra que la vinculación ha sido beneficiosa.
Desencadenando un infierno de acordeón y violÃn, el álbum abre con Pala Tute, una canción que pasa de frenética a salvaje. My Companjera aunque mantiene el estilo se inclina hacia la nostalgia, una nueva dirección para GB. Es el caso también de Sun is on my Side, donde se lo escucha a Hütz cantando un estribillo que podrÃa ser árabe sobre una guitarra elegante y una base preciosa de acordeón.
Gogol se anima a todo y se introduce en el ska en Last One Goes the Hope y en la cepa de Brasil con Uma Menina, saliendo bien parado. En Break The Spell agradecemos especialmente el laburo de Rubin tras las consolas pero hay que destacar sobre todo When Universes Collide, que hará vibrar hasta a quien no guste de este género. La canción suena incluso más apocalÃptica que su tÃtulo, con Hütz cantando con furia sin perder estilo ni elegancia.
Trans-Continental Hustle es un álbum en el que por encima de todo persiste el movimiento. Pone de manifiesto la energÃa pura de la banda y logra con éxito combinar distintos elemento de la música del mundo. En algunos pasajes de los casi 55 minutos de música podremos apreciar que ciertos ritmos suenan reiterativos, pero nunca redundantes.
Degustación:
When Universes Collide
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