La joven cantautora inglesa de apenas 20 años nos presenta un segundo disco plagado de folk y pop, de esos que derrochan una nostalgia ideal para disfrutar en una tarde de otoño.
Unas guitarras cuidadas y un destacado piano en algunos de los tracks transforman a I Speak Because I Can (Hablo porque puedo) en un conjunto de armoniosas melodÃas. La voz de Laura por momentos nos recuerda a Cat Power, y en algunos arreglos vocales incluso a Regina Spektor.
Hope in the Air es una exquisita combinación de instrumentos sonando al ritmo de los sentimientos que fluyen en la composición. Una canción plenamente desafiante por su melodÃa es Alpha Shallows: sensato, oscuro por momentos, punzante, y unas guitarras que intentan -y consiguen- seducir nuestros oÃdos. Pero quizás la muestra más pura del folk de Laura sea Blackberry Stone, otra pieza magnÃfica del disco. Bajos claros, violines y un corazón que se deja desarmar ante el placer musical de la inglesa.
La ganadora de un Mercury Prize (por su primer disco, Alas I Cannot Swim de 2008) no defrauda y nos entrega una obra plagada de buenas melodÃas, nostálgicas, directas y sobre todo cuidadas en cuanto a calidad. Está claro que Laura Marling canta porque quiere, y porque además, lo hace muy bien.
Degustación:
Blackberry Stone
ytaudio(YoRNfpvWhwQ)