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Jónsi Birgisson, guitarra, voz y alma de Sigur Rós, lanza en estos dÃas su primer disco solista. Se trata de nueve canciones que, si bien siguen la estela de los últimos trabajos de su banda, tienen como novedad una mayor base pop y el hecho de estar compuestas en inglés.
La idea de hacer este álbum se postergó para editar material que a Jónsi le fue quedando pendiente. La primera colección se publicó bajo el nombre de Riceboy Sleeps (un disco instrumental hecho con su compañero Alex Somers), y con el resto se puso a trabajar en Go. Al principio pensó que iba a hacer un álbum acústico, pero más adelante reconoció que «en algún punto el disco explosionó».
Go abarca una paleta musical expansiva, no podemos hablar estrictamente de pop, rock, folk o electrónica, más bien engloba todos los estilos e incorpora ritmos más alegres a los habituales en Sigur Rós, como en Sinking Friendships y Around Us. Los sonidos pasan por una serie de dinámicas cambiantes, arropados en un conjunto de metales, cuerdas y vientos.
Quien se lleva todos los reflectores es la inconfundible voz de Jónsi (su instrumento más preciado): imponente, por momentos fantasmal y sobre todo magnÃficamente cálida. Además de los arreglos a cargo de Nico Muhly (Bjork, Grizzly Bear), se añade a la mezcla el genio en percusión Samuli Kosminen (del grupo finlandés Edea), quien agrega originales beats de baterÃa, dándole un perfil singular y extravagante a las canciones.
Go muestra el sonido de un artista liberándose de sus temores, concediéndose el permiso para manifestar lo que quiera. Esta vez, Jónsi de a ratos abandona su esencia, dejando de lado la introspección y el retraimiento. Un disco para ser sentido y no pensado.
Degustación:
Tornado
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