Delphic – Acolyte

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Son de Manchester y cruzan rock con electrónica. Eso sólo bastó para que la prensa musical haga un revuelo alrededor de ellos, inflándolos o pinchándolos por relacionarlos con New Order y la legendaria movida del sello The Factory y la discoteca The Hacienda, durante los 80’s. Pero lo cierto es que el debut de Delphic tiene muy poco que ver con esa escena y apenas consigue ofrecernos un par de canciones agradables.

Mucho más apropiado sería decir que las mejores canciones de Acolyte son un afano a Klaxons. Las texturas siderales, los versos coreados y los estribillos luminosos en Clarion Call, Halcyon y Doubt (los arreglos vocales, en el sentido más literal del término -para entender esto escuchen el audio abajo-, es la única idea medianamente original del disco) son prueba inconfundible de ello.

Al parecer el productor Ewan Pearson (reconocido DJ y remixador inglés) metió mucha mano en los temas y debe ser por eso que varios superan los seis minutos y suenan como remixes sobrecargados de capas electrónicas pero carentes de inventiva. Esto se nota sobre todo en el uso pobre y monótono del sintetizador (esa maquinita que tantas posibilidades sonoras trae), utilizado para disparar constantemente líneas circulares e intermitentes, abusando del recurso hasta volverlo chato.

La mayoría de las canciones son largas y aburridas (ni hablar el pomposo instrumental de casi ¡nueve minutos! que encima bautiza el disco) porque caen en esa zona vacía e indefinida en la cual no se las puede disfrutar ni escuchándolas (por ser demasiado electrónicas y saturar el oído rápidamente) ni bailándolas (por ser demasiado roqueras y saturar el cuerpo rápidamente). De todas formas, los tracks mencionados están muy bien, dejan entrever que hay potencial. Será cuestión de cortarle los dedos a Pearson y buscar un sonido más personal. Veremos qué tal la próxima.

Degustación:

Doubt

ytaudio(2vl2tZV6XV4)

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