Los ingleses salieron victoriosos en el juicio que lidiaban con el sello discográfico que, como adelantó Rocktails, vendió canciones del grupo violando una cláusula del contrato que celebraban.
Un juez de la Alta Corte de Londres falló ayer a favor de la banda apelando que «se firmó un acuerdo que buscaba preservar la integridad artÃstica de los álbums del grupo y el mismo no se respetó».
EMI deberá pagar a los ex miembros de Pink Floyd una suma de 60 mil libras y no podrá seguir vendiendo sus canciones por separado. Además tendrá que hacerse cargo de una multa que será definida a futuro.