En plena era de la música digital y los MP3, Boom Boom Kid se las ingenia para forzar el hermoso hábito de volver a la disquerÃa. Es que su último trabajo es literalmente un Frisbee, con 35 canciones cortas, directas y auténticas.
Lejos de encasillarse o limitarse, esta masterpiece explora todos los recovecos musicales dando como resultado unos cambiantes 75 minutos, que en los momentos de mayor osadÃa recorren el rockabilly (Fuck you nazi rockabilly), la psicodelia (Por qué caer tan bajo…) y el rap (Rapocappo). Hasta también es hitero, porque canciones como Por Argentinito o El ex podrÃan sonar en cualquier radio y transformarse en eternos himnos adolescentes.
Lo más interesante del trabajo es que incluso al final sigue sorprendiendo y capturando la atención. En el último track, No me trates mal, Carlos RodrÃguez (como su DNI delata) se anima a cantar sobre una guitarra desafinada, sondando bárbaro y con una poesÃa digna de aquellos viejos 30 minutos de vida de Moris.
Grabado en San Pablo, San Francisco y Buenos Aires, Frisbee tiene una espontaneidad única y sin demasiadas vueltas BB Kid escupe todo lo que tiene adentro para mantenerse vigente como un eterno adolescente vanguardista.