Tras el éxito de su debut, Lady Gaga vuelve con un nuevo trabajo de ocho temas que exploran el lado oscuro de la fama.
The Fame Monster es una especie de anexo, de contracara, de The Fame (2008) (de hecho hay una edición Deluxe que integra ambos trabajos), por lo que serÃa un poco injusto acusar a la pop star de repetitiva, si bien es cierto que el reciclaje de las fórmulas que utilizó en su primer disco es bastante notorio. La diferencia entre este álbum y el anterior se halla en la temática de las nuevas canciones, en las que Lady Gaga habla de sus miedos, de la parte fea de ser ella misma. Desamor, muerte, frustración y sexo (visto desde una postura más bien canÃbal) son algunos de los tópicos que trata.
El primer single y apertura del disco, Bad Romance, es una avalancha de pop que arrasa con todo a su paso, llega a los oÃdos, perfora el cerebro y se aloja en la cabeza por tiempo indefinido. Es un hit. Los tracks que le siguen pertenecen a una categorÃa de menor rango, pero en general están destinados a romper las pistas de baile.
En este álbum hay mucho de la (¿reivindicada o jamás olvidada?) década del Imperio Dance Pop, sobre todo en Dance in the Dark, y ni hablar del fantasma de la Madonna ochentosa, omnipresente en todo el disco. Los golpes a las teclas del piano de Speachless la hacen una balada que podrÃa haber sido compuesta por Freddie Mercury (nota: Gaga, fan de Queen, extrajo su nombre de Radio Ga Ga). Otra conexión con los ochenta encontramos en Alejandro, que es básicamente una burla al Fernando de ABBA.
Lady Gaga combina los materiales del pasado con elementos modernos y obtiene un resultado fresco e innovador, que deja al mundo del pop contento. Veremos qué pasa.