No pasó mas de medio año desde su último disco para que Bob Dylan se apareciera con Christmas in the Heart. Corrompiendo los supuestos y riéndose en la cara de los prejuiciosos, se impregna con el espÃritu navideño para dejarnos anonadados y compartirnos algo de nostalgia y tradición.
Resulta sorprendente, y hasta extraño, un disco navideño en la carrera musical de Robert Zimmerman, pero asà como sobresale a la vez encaja en la imprevisibilidad que lo caracteriza. PodrÃamos esbozar millones de teorÃas acerca de los motivos y las razones que tiene Dylan para armar un disco como este, pero ninguna estarÃa en lo cierto, solo él sabe la respuesta. Y solo él sabe mantener ese misterio, que no da lugar a intentos por descifrar lo indescifrable, o mismo lo que esta escrito sin sarcasmo ni doble sentido.
Y de la misma forma que los años lo han llevado por distintos rincones, esta vez lo depositaron en la familia y la tradición, donde la navidad parece ser la forma más representativa. Sin escrúpulos se sumerge en una sana forma de rememorar su infancia donde la nieve, los villancicos y las campanas navideñas adornaban el paisaje de los dÃas en diciembre, al igual que lo adornan en este disco también.
La lista esta compuesta enteramente por canciones tradicionales, que sin necesidad de alterarlas, las conserva en su estado natural preservando su esencia. Partiendo con Here Comes Santa Claus, donde se anuncia con unos cascabeles, nos desequilibra y nos mantiene tambaleándonos hasta el final con O’ Little Town of Bethlehem.
Recordando a Bing Crosby y Nat King Cole, entre clásicos como Have yourself a Merry Little Christmas o The Christmas Song, mantiene sus estructuras básicas pero les agrega su firma, sus detalles, entre los que resalta esa austera y rasposa voz, que coquetea con la ironÃa, la melancolÃa y la sobriedad. Asà también sucede con The Christmas Blues, aquella canción entonada alguna vez por Dean Martin. Pero arremetiéndose, todo se desata en Must Be Santa, el primer corte del álbum, donde se puede ver a un artista festivo y emocional entre coros, acordeón y percusiones, que forman una jovial y ufana polka navideña.
Quizás sea la temática lo que no nos deje vislumbrar los atributos de este disco, donde la tradición, la familia y la celebración son los principales personajes, sin olvidarnos del señor de barba blanca y traje rojo. Pero finalmente se logra ceder y entregarse, escuchando y disfrutando del espÃritu navideño que hoy Dylan nos quiso brindar.