Sin demasiados riesgos sonoros, Las Pelotas edita Despierta, su noveno disco de estudio y el primero luego del alejamiento y posterior muerte de Alejandro «Bocha» Sokol.
Con la ruptura de Soda Stereo y Los Redondos, no hay duda de que Las Pelotas, junto con Divididos, es una de las últimas grandes bandas del rock nacional que todavÃa se encuentra en actividad. Frente a tan desolado panorama con respecto a los clásicos, la edición de un disco de Las Pelotas (asà como de su banda hermana) siempre es recibida con mucha ansiedad y fervor por el público rockero de la vieja escuela. Y a esta altura con eso ya alcanza, deja de importar si el material es bueno o malo. Lo que importa es que sigan. Grabando y tocando.
La mayorÃa de los diez temas de Despierta pasan por el oÃdo sin pena ni gloria: todo muy correcto y buen ejecutado pero ya demasiado escuchado, demasiado predecible. Excepciones pueden ser los dos reggaes del disco, aunque mucho no se diferencian uno del otro (Una Tregua y Que Estés Sonriendo); Saben, el primer corte que al menos presenta una idea un tanto jugada al utilizar en el estribillo un coro de niños que acusa a la clase polÃtica («Dicen que cooperarán en arreglar el mundo/ cuando en realidad les chupa un huevo»); y la preciosa Destellos, la verdadera (y única) joya del disco, que lo cierra con una melodÃa muy emotiva, muy pelotera.
Las letras no hacen referencia a la muerte de Sokol porque Germán Daffunchio las escribió antes, cuando el Bocha todavÃa estaba con un pie dentro de la banda. Además de algunos pasajes que reflejan esa tensión, por lo general la lÃrica es de un tono amargo y pesimista que por momentos llega a la más triste resignación («Esta vida es más que toda esa basura/ Nunca dirán la verdad/ Nunca la esperes /Si lo mediocre te alcanza/Para que seguir con ese verso»). Por suerte hacia el final llega la ya mencionada Destellos, con su mensaje luminoso y esperanzador: «Si al fin nunca creÃa/ Te miro hoy y puedo/ Despierta que está el dÃa/ Verás que hoy podemos».
Concluyendo lo dicho en el primer párrafo, resultarÃa raro afirmar, durante la etapa más reciente de la banda, que un disco de Las Pelotas es malo, pero sin embargo se hace bastante evidente notar que tampoco son demasiado buenos. Un tibio y correcto ni fu ni fa que la gente recibe con más amor y sentimiento que con criterio musical. AsÃ, con cada disco Las Pelotas ya cumple, sin demasiados esfuerzos creativos.